Una crisis que no se cierre corre el riesgo de reabrirse. Eso es lo que pasa con el viaje de Delcy Rodríguez a Madrid. En Moncloa, nunca aclararon las causas de aquel aterrizaje con nocturnidad en el aeropuerto y la extraña visita del exministro de Transportes, José Luis Ábalos, a la pista de Barajas. Un encuentro que Sánchez defendió para "evitar una crisis diplomática".
Ahora, con el Whatsapp que figura en el informe de la UCO y que afirma que Sánchez tuvo conocimiento de esta visita, el Ejecutivo vuelve a quedar en evidencia. Fuentes del Gobierno defienden que "la visita oficial no se produjo" pero lo cierto es que el Whatsapp de Ábalos a Sánchez nunca habla de visita oficial sino de un viaje "privado" y le comunica que quiere verle "discretamente" para tratar asuntos relacionados con la empresa Duro Felguera.
En Moncloa defienden que Sánchez autorizó el encuentro porque desconocía las sanciones que pesaban sobre Delcy Rodríguez y que, una vez que Exteriores informa que no puede pisar el espacio Schengen, "se cancela el viaje" pero lo cierto es que la noche del 19 de enero de 2020, un avión procedente de Caracas aterrizó con Delcy Rodríguez en una pista del aeropuerto de Barajas.
Fuentes del Ejecutivo defienden que la aeronave aterrizó porque "la tripulación tenía que descansar". Tampoco pueden negar la presencia de Ábalos en la terminal, ya que se han publicado hasta fotos del exministro aquella noche en Barajas. Hasta el propio Ábalos llegó a reconocer que subió al avión pero sólo para pedirle que no pisase suelo Schengen.
Lo que se habló entre Delcy y Ábalos es una incógnita que en el Gobierno no aclaran. "Eso tendrá que explicarlo Ábalos", admiten fuentes del Ejecutivo, incapaces de negar un encuentro entre el exministro y la vicepresidenta de Maduro. Sólo tratan de encapsular el encuentro como algo personal de Ábalos para evitar que les salpique
La UCO ya no gusta
Hasta aquí las aclaraciones. En el Gobierno ponen cara de circunstancia cuando se les pregunta por los lingotes de oro que el comisionista, Víctor de Aldama, compró a Venezuela por 68 millones de euros. Niegan cualquier tipo de relación con esta adquisición que recoge el informe de la UCO.
Hasta hace unos días, en el Gobierno defendían a la UCO como si fuese casi un tribunal paralelo ya que, en su informe sobre Begoña Gómez, descartaba irregularidades pese a que la labor de esta unidad de la Guardia Civil no es la de sentenciar sino la de aportar pruebas.
Ahora, tras el informe sobre Ábalos, en el Gobierno se pone pie en pared y se dudan de algunas de sus afirmaciones. En Moncloa no ha gustado que se distribuyan pantallazos de una conversación por Whatsapp con Pedro Sánchez.
Tampoco que se publique una conversación en la que Aldama le contaba a Javier Hidalgo que Koldo le había dicho que "el 1" ya había telefoneado a Ábalos. Incluso se duda de la afirmación de la UCO que sentencia que "el 1" es "el presidente del Gobierno". Lo cierto es que hay base ya que Sánchez, se había reunido con Nadia Calviño, entonces vicepresidenta del Ejecutivo y ministra de Economía, y José Luis Ábalos.