Tras las acusaciones de acoso sexual que han salido a la luz contra Errejón, Díaz se disculpó públicamente por la demora en abordar la situación, afirmó que su equipo intentó actuar con "prontitud y contundencia" al conocer los hechos, pero admitió que estos esfuerzos no fueron suficientes. "La única manera de compensar esto es haciéndolo mucho mejor", añadió.
Las declaraciones de Díaz han generado críticas desde sectores conservadores, que consideran que la autocrítica llega solo después de que el caso se haya hecho público y ante la presión social. Muchos han cuestionado la rapidez y efectividad de la respuesta de Sumar, sugiriendo que el partido priorizó proteger su imagen antes que actuar en defensa de las presuntas víctimas.
Con este mea culpa, Díaz intenta recuperar la confianza en su partido tras una reacción que muchos consideran insuficiente en el contexto de un Gobierno que afirma priorizar los derechos de las mujeres. Los críticos señalan que este caso evidencia una preocupante doble moral en sectores progresistas, donde la contundencia frente a la violencia de género parece aplicarse selectivamente según el protagonista del escándalo.