
El Gobierno ya respira tranquilo. Con 178 votos a favor 171 en contra y ninguna abstención la directiva europea que regula un tipo mínimo a las multinacionales así como parte del paquete fiscal presentado por el PSOE y Sumar, que mantiene el impuesto a la banca y sube el IRPF a las rentas del capital superiores a 300.000 euros, entre otras medidas, ha salido adelante.
PSOE, Sumar, ERC, Junts, Bildu, PNV, Podemos, BNG y Coalición Canaria han sido los partidos que el Gobierno ha logrado amarrar, ofreciendo pactos contradictorios, para recibir el apoyo de la mayoría de la Cámara.
Podemos se pliega
Mientras se debatía el paquete fiscal en el pleno del Congreso de los Diputados, Podemos ha anunciado que han llegado a un acuerdo con el PSOE para atar su voto favorable y sacar adelante la reforma fiscal tras una negociación in extremis.
Con el acuerdo ya bajo el brazo, Ione Belarra en su comparecencia ha criticado la estrategia negociadora del PSOE para después asegurar ante los medios de comunicación que se siente "satisfecha" pese a que este acuerdo no garantiza la reivindicación que vienen demandando desde la esperpéntica comisión de Hacienda de este lunes.
"Una vez más ha sido solo Podemos quien ha aguantado la presión mediática y política", ha subrayado la líder de Podemos que asegura que tienen las garantías suficientes, pese a que este acuerdo es parecido al alcanzado con ERC, Bildu y BNG que los morados tacharon de "tomadura de pelo".
El comunicado lanzado por la formación morada sostiene que el compromiso alcanzado conlleva "impulsar una nueva proposición de ley que contenga un impuesto a las empresas energéticas", al tiempo que anunciando que en los próximos días "se constituirá una comisión negociadora con participación de todos los partidos políticos necesarios para aprobar esta reforma".
Pactos contradictorios
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha felicitado a los partidos políticos por su "capacidad de diálogo, de acuerdo y de negociación" que tras muchas horas, reafirma la también vicesecretaria general del PSOE "han dado sus frutos".
La garantía a la que se acoge Podemos viene por la promesa de los socialistas de que en el caso de que no se consiga acuerdo antes del 31 de diciembre, cuando decaen de manera automática los impuestos a la banca y a las energéticas, "el Gobierno aprobará un Real Decreto Ley con la prórroga del gravamen a las empresas energéticas para el año 2025". Una medida que sin embargo, volvería a necesitar los apoyos de todos los partidos políticos del bloque de investidura, con lo que podría decaer si Junts o PNV, reacios a estos impuestos, votaran en contra.
Desde ERC, Gabriel Rufián, ha avisado al Gobierno para que no se confíe tras esta negociación. "El Gobierno tiene que entender que algún día esto acabará y algún día alguien pondrá pie en pared y tendremos un problema", ha alertado el líder de ERC en los pasillos del Congreso de los Diputados.
De esta forma los socios del Gobierno han evitado un varapalo parlamentario a cambio de promesas vacías y contradictorias del PSOE.

