Aznar destacó la figura de Ordóñez como un símbolo de valentía y dedicación a la libertad y la democracia en un momento histórico marcado por el sufrimiento del pueblo vasco.
"Gregorio Ordóñez fue un hombre íntegro, un hombre valiente que no dudó en enfrentarse al terror para defender lo que era justo. Treinta años después de su muerte, debemos seguir honrando su memoria y recordando el horror al que nos enfrentamos en esa época oscura", afirmó Aznar en su intervención.
El expresidente no dudó en señalar que el actual panorama político, con los acuerdos del Gobierno con Bildu, es una "vergüenza para la democracia". Aznar insistió en que la formación abertzale sigue presentando "listas manchadas de sangre", en alusión a los vínculos históricos de la coalición con ETA, y consideró un "error gravísimo" que partidos como el PSOE y Unidas Podemos se vean obligados a pactar con quienes, en su opinión, nunca han repudiado completamente el terrorismo.

