Pese a presidir un Gobierno débil, Pedro Sánchez sigue avanzando en el control total del PSOE. Ni Felipe González, pese a sus cómodas mayorías, tuvo un desempeño igual con un partido dividido entre renovadores, guerristas. También Zapatero, con mejores resultados que Sánchez, tuvo contestación interna con Ibarra, Bono y sus más y menos con Maragall. Para el recuerdo quedan las primarias de Madrid en las que su candidata, Trinidad Jiménez, perdió ante Tomás Gómez.
Ninguno tuvo un control tan férreo sobre las federaciones como Sánchez pese a tener apenas 121 diputados y presidir un Ejecutivo a merced de Puigdemont que le lleva hasta a alterar el orden del Consejo de Ministros como se vio este martes. Sin embargo, Sánchez avanza en el control total y en unas semanas, tendrá una pléyade de líderes autonómicos fieles a excepción del siempre díscolo Emiliano García Page en Castilla la Mancha.
La renovación autonómica se hará sin apenas primarias. En Andalucía, la vicepresidenta primera, María Jesús Montero será la secretaria general ya que su rival, Luis Ángel Hierro, no logró los avales después de elevar el umbral. Del 4% se ha pasado al 12% lo que deja fuera a miles de militantes.
En Aragón, Sánchez ha logrado colocar a su ministra Pilar Alegría ya que el candidato de Lamban, Darío Villagrasa, ha logrado retirarse a última hora. En el entorno de la ministra lo achacan a que no quería una derrota humillante y que estaban perdiendo simpatizantes a marchas forzadas. Aunque Villagrasa podría encontrar acomodo en la nueva Ejecutiva de Alegría. Esto es algo que no niegan en el PSOE de Aragón.
El triunfo de la ministra ha motivo la retirada de la política del expresidente autonómico Javier Lambán que, pese a su enfermedad, seguía siendo senador por designación autonómica. Su puesto podría ocuparlo el presidente de la Diputación de Zaragoza, Sánchez Quero, el "lambanista" que al final no dio el paso de presentarse a las primarias. Si se producen estos nombramientos, Alegría tendría asegurado una federación dócil hasta las elecciones de 2027.
Controlar Aragón, una de las federaciones díscolas, era el objetivo de Sánchez. Como también lo era tomar los mandos sobre Madrid. Tras la marcha del exlíder Juan Lobato definida por "traumática" por el PSOE-Madrid llega el ministro Óscar López sin aparente oposición interna. Su mano derecha seguirá siendo su exjefa de Gabinete, Pilar Sánchez Acera, que podría hacerse con el control de la secretaría de organización pese a que en el Gobierno no hacen mucho la daban como amortizada y creían que podría acabar imputada por el delito de filtración de datos de la pareja de Ayuso.
Sánchez también avanza en el control de unas federaciones como la Comunidad Valenciana, que este fin de semana celebrará, al igual que Madrid, su Congreso autonómico para ungir de nuevo a la ministra Diana Morant.
Aunque la titular de Ciencia no tendrá un partido tan dócil como el de Montero, Alegría u Óscar López ya que en Alicante tendrá la oposición de Alejandro Soler y en Valencia la del alcalde de Mislata, Carlos Bielsa, que aspira a ejercer de contrapeso a la misma desde la dirección provincial del PSPV. Queda por si ver si los afines a Morant presentan un candidato alternativo para las primarias del 2 de marzo por el liderazgo del PSPV en Valencia y evitar así una hipotética contestación interna.