La dimisión llega en un momento de creciente controversia sobre los vínculos familiares de miembros del Gobierno con cargos públicos, lo que ha generado un nuevo foco de atención sobre la gestión del Ejecutivo socialista.
La decisión de David Sánchez de dejar su puesto, que ha estado relacionado con el ámbito cultural, ha desatado reacciones entre los críticos del Gobierno. Para muchos, esta renuncia es un nuevo indicio de la falta de transparencia y de las prácticas clientelistas que han caracterizado a muchos miembros del Gobierno de Pedro Sánchez, quienes han sido acusados en varias ocasiones de favorecer a allegados y familiares con puestos de responsabilidad.

