Las reuniones comunitarias se suceden, los líderes europeos tratan de consensuar una postura de defensa común pero Pedro Sánchez sigue sin descolgar el teléfono para llamar a Alberto Núñez Feijóo. De poco sirve que el PP siga siendo uno de los pocos partidos con los que el PSOE podría contar para cumplir con las exigencias de la OTAN de aumentar la inversión en Defensa o que, a diferencia de sus socios, sí tenga una posición común en Ucrania.
El Ejecutivo, pese a la excepcionalidad del momento, no ha informado al líder de la oposición de lo que se ha tratado en las dos reuniones informales a las que ha asistido (París y Londres) donde se ha llegado a tratar un posible despliegue de soldados europeos en Ucrania. "Puede llamar él", sentencian fuentes del Ejecutivo que instan a que Feijóo telefoneé a Moncloa para aclarar dudas.
Tampoco está previsto que, a corto plazo, Sánchez acuda al Parlamento a detallar la posición española aunque los próximos 20 y 21 de marzo acudirá al Consejo Europeo en Bruselas. Lo normal es que, a la semana siguiente, el presidente del Gobierno comparezca ante el Congreso para detallar el contenido de lo tratado.
Alberto Núñez Feijóo se quejó desde el primer momento de que Pedro Sánchez no hubiera descolgado el teléfono para informarle de la situación en Europa, después de la amenaza de Donald Trump. Es algo habitual ya en la relación del Gobierno y la oposición, dada la falta de sintonía entre ambos líderes y la opacidad de la que hace gala el Ejecutivo, que sigue todavía sin explicar el cambio de postura con Marruecos con respecto al Sáhara.
En Moncloa lamentan que, hasta el momento, tampoco han tenido oportunidades de hablar de política internacional en la Cámara Baja y culpan de ello al PP, ya que Feijóo sólo sacó a colación este asunto durante la réplica de la última sesión de control. Aunque lo cierto es que Sánchez obvió por completo la política internacional en la primera comparecencia ante el Parlamento tras el giro de Trump con respecto a Ucrania.
Tampoco el Gobierno parece muy prolijo a detallar su postura. El giro de Trump ha pillado a Alemania en plena transición y con un nuevo canciller in pectore, Merz, que todavía no tomado posesión. El vacío teutón ha sido apoyado por Macron que convocó a los líderes europeos al Elíseo y por el británico Keir Starmer quien, pese al Brexit, está aproximándose a la Unión Europea.
Sánchez, que en cuestiones como Palestina, trató de proyectar un liderazgo se ha quedado ahora desdibujado y se limita a respaldar la posición francesa. Un ejemplo sucedió este lunes cuando el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, trataba de nadar entre dos aguas al afirmar que España "no tiene problema con el envío de tropas" pero que es "prematuro" hablar del despliegue en Ucrania.
Armando a Europa pero sin apoyos
Otras cuestiones como el aumento del Presupuesto en Defensa quedan sin aclararse como puede ser, por ejemplo, los 800.000 millones que la Unión Europea quiere movilizar para invertir en Defensa. El anuncio lo hacía Ursula Von der Leyen e incluirá flexibilizar las reglas del gasto para hacer frente a este aumento en la inversión. Una decisión que en Moncloa saludan y que Sánchez ya anticipó que se aprobarían. También ven con buenos ojos que la Unión Europea apruebe destinar fondos europeos para el rearme aunque Moncloa nunca se ha comprometido en un tiempo concreto para llegar al 2% anual como exige la OTAN.
Que algo se está cociendo entre bambalinas se comprobaba este martes cuando Sánchez visitaba la planta de Airbus y se reunía con su consejero delegado para, según un comunicado del Gobierno, "renovar su marco de relaciones" en "un contexto geopolítico complejo". Un giro del que tampoco está informando a la oposición pese a que el PP sería uno de los pocos partidos que respaldaría un aumento de la inversión en defensa.
Desde Bruselas, el portavoz parlamentario del PP, Miguel Tellado, volvía a criticar que el Gobierno mantenga a oscuras al principal partido de la oposición, en el que podría además tener que apoyarse para aprobar cualquier aumento del gasto en defensa. "Yo sé lo que defiende el PP pero no sé lo que defiende el Gobierno de España, nosotros defendemos que se incremente el gasto en defensa", decía, recordando que España es el último país europeo en ese ránking.
El programa del PP en las pasadas elecciones generales del 23-J ya recogía una propuesta para llegar al 2% del PIB, cifra que se queda ya muy corta según el nuevo orden mundial establecido, en el que podría ser necesario llegar al 5%. Los socios de Sánchez ya han mostrado su rechazo a esta posibilidad, de ahí que el PP siga pidiendo al PSOE que tome la iniciativa para entablar un diálogo, dada la responsabilidad que recae sobre el Gobierno al respecto, especialmente porque es el que maneja la información después de reunirse con el resto de países europeos.
"No sé lo que defiende el Gobierno de España, porque tiene mil almas, y no sé lo que los socios de investidura de Sánchez le dejarán hacer", insistía Tellado, calificando al presidente de "pelele" por su dependencia de Carles Puigdemont. Este jueves Feijóo viaja a Bruselas y aborda con sus homólogos del PPE la situación en Ucrania, en un encuentro al que acude sin conocer la información que podría proporcionarle Sánchez o la postura que defiende España.