Optimismo en el PP-A con las encuestas internas: "No hay efecto Montero, mejoramos la absoluta"

El Partido Popular en Andalucía calienta motores para las elecciones de 2026, que no está previsto que se adelanten, salvo sorpresas. La contienda entre Juanma Moreno y María Jesús Montero las convierte, todavía más, en claves para los intereses nacionales de ambos partidos, ya que no sólo se juegan el gobierno de la Junta, sino que marcarán tendencia de cara a unas generales. En el PP-A son optimistas.

Según fuentes del partido en Andalucía "nuestras encuestas son mejores que las publicadas por los medios", dado que "no ha habido en ningún momento efecto Montero", aseguran, mostrándose incluso sorprendidos de que ni siquiera la novedad le ha permitido remontar los malos datos socialistas. Hablan incluso de una pérdida de dos décimas en los últimos días, antes de sus declaraciones sobre el caso Dani Alves, que podrían haberla hecho perder más. Hasta ese momento sí había logrado, al menos, "frenar la sangría" del PSOE-A.

Los populares en Andalucía interpretan que la vinculación de la ministra-candidata al sanchismo es una rémora para Montero y, por tanto, una ventaja para Juanma Moreno, dado que el Jefe del Ejecutivo genera mucho rechazo entre el electorado andaluz. "No puede recuperar el voto de centro que ha venido a nuestro partido", aseguran desde el PP-A, confiados en poder repetir la mayoría absoluta de hace tres años. Recuerdan que los 16 años que estuvo en la Junta de Andalucía, con el caso ERE, también perjudica sus opciones.

La única baza con la que podría jugar Pedro Sánchez es parar el hundimiento, no ya de cara a unas autonómicas, sino, sobre todo, a las generales. En Génova sospechan que las intenciones del presidente del Gobierno son mantener movilizado al electorado en comunidades clave como Andalucía para frenar una posible abstención del electorado que no votaría nunca a la derecha.

Ese sería el rol principal que atribuyen a María Jesús Montero, dado su perfil combativo con el PP. Esto explicaría también sus formas exacerbadas y su tono elevado en los actos que protagoniza, con el único objetivo de provocar y activar a las bases para evitar que puedan quedarse en casa a la hora de votar, además de rentabilizar al máximo el foco mediático que tiene por ser miembro del Consejo de Ministros.

"Sánchez busca blindarse para prevenir rebeliones"

El hecho de nombrar a ministros como candidatos en diferentes regiones permite al presidente crear una cohorte de fieles en los territorios para impedir cualquier posible rebelión, en caso de que Sánchez perdiera las elecciones. De esta forma, si el castellano-manchego Emiliano García-Page optara por hacerle frente, tras una hipotética derrota, no podría apoyarse en otros líderes autonómicos del PSOE porque todos son sanchistas.

Una jugada similar a la que el presidente puso en marcha después de las autonómicas y municipales del 28M, cuando anticipó las generales para impedir que los territorios pudieran movilizarse contra él, dado que todos le culparon del varapalo. La nueva estrategia pasa, de nuevo, por sacrificar los territorios -donde el nombramiento de ministros como candidatos puede ser incluso perjudicial a nivel autonómico- con tal de mantener activado al electorado de cara a unas generales, único objetivo del presidente al que sólo le quita el sueño seguir manteniéndose en el poder.