
El presidente de los EEUU, Donald Trump, ha fijado el miércoles 2 de abril como el "Día de la Liberación", con una jornada en la que se anunciará el plan de aranceles. La bolsas contienen el aliento, el temor se extiende por las cancillerías y en la Moncloa el Gobierno ha decretado una "pausa silente". Es decir: no quieren hablar hasta ver qué puede suceder. Tampoco el Gobierno tendrá una agenda destacada durante este miércoles y jueves. Todo está a la espera de lo que se anuncie en Washington y de la respuesta que se dé desde Bruselas.
En principio, se espera que Trump anuncie el grueso de los aranceles durante la tarde-noche del miércoles. Así que Moncloa no descarta una comparecencia de Sánchez en la mañana del jueves. Sobre la mesa, el presidente del Gobierno tiene varias alternativas para su "plan de contingencia" y con el que esperan paliar en la industria y en el campo los posibles desperfectos a la guerra arancelaria .
El grueso de las medidas se tratarán en una reunión extraordinaria que se celebrará a partir de las 6 de la tarde en La Moncloa. Asistirán Sánchez y la cúpula del Gobierno junto con los presidentes de CEOE y Cepye, Antonio Garamendi y Gerardo Cuerva, o los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez. La cuestión es cuándo se podría dar luz verde a estas ayudas ( principalmente al sector vinícola, de aviación y del aceite) y si estarían listas para el próximo Consejo de Ministros.
Es la única alternativa que el queda al Ejecutivo español ya que el grueso de la respuesta partirá de Europa y serán aranceles recíprocos y "quirúrgicos". En la Moncloa se remiten a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, que ha reiterado que "Europa tiene muchas cartas". "Desde el comercio a la tecnología, pasando por el tamaño de nuestro mercado", ha terciado este martes desde Bruselas.
Desconcierto con Trump
En privado, varios ministros expresan su desasosiego con Trump. "Nadie sabe lo que hará", asegura un alto del Gobierno sobre el desconcertante comienzo de mandato. Tras el llamado "día de la liberación", que será el inicio de una guerra arancelaria, llegará la cumbre de la OTAN en la Haya, prevista para junio, y en la que EEUU puede exigir más del 2% del PIB en Defensa, incluso se habla de cifras superiores al 3%, lo que ahogaría a algunos países, como España o Italia, que están lejos de este objetivo.
En el Gobierno tienen marcado a rojo estas dos fechas porque pueden suponer un antes y un después en la economía y en el mandato de Pedro Sánchez. A las deterioradas relaciones con sus socios se añadiría un elemento de más tensión. En 2023, con las últimas cifras disponibles, el gasto militar de España apenas alcanzaba el 1,2% del PIB. Cada décima son 1.600 millones y las 8 que le quedaban a España para el 2% podría llegar a ser asumibles. El problema llegaría si hay que subir más de un punto.
Acercando posiciones
En el Gobierno tratan de acercar posturas en vísperas estas dos fechas cruciales. Este pasado viernes, el subsecretario de Estado de EEUU, Christopher Landau llamó el pasado viernes al secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Diego Martínez Belío. Una conversación que, según el ministro José Manuel Albares, "fue en tono cordial y natural, como es normal con los países socios.
Esta misma semana, el ministro de Exteriores coincidirá en la cumbre ministerial de la OTAN, que se celebra en Bruselas, con el Secretario de Estado Marco Rubio. Será la primera vez que ambos se vean cara a cara tras la reelección de Trump- "España siempre va a ser un socio europeo a favor de garantizar la seguridad de Europa. Lo tenemos que hacer desde la centralidad de los intereses", terciaba Albares durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes.

