
Alberto Núñez Feijóo aborda la amenaza de Donald Trump por los aranceles como una "cuestión de Estado", y así pide a Pedro Sánchez que se aborde esta cuestión incorporando a las CCAA a cualquier negociación con los sectores afectados, como ha hecho esta mañana el líder del PP reuniéndoles en la sede de la calle Génova. Después del encuentro de algo más de dos horas, ha comparecido para ofrecer colaboración al Gobierno aunque ha advertido de que "no habrá cheques en blanco".
"Es nuestro deber, como primer partido de España, contribuir a articular una estrategia de país", ha dicho, defendiendo que "no habrá respuesta adecuada sin unidad" de las administraciones para hacer frente a un desafío que ha comparado con la crisis económica que se vivió en la primera década de los 2000. "Estamos ante una guerra comercial y estar divididos no suma nada, y no podemos hacer la guerra cada uno por nuestra cuenta", ha añadido.
Esta tarde, el presidente del PP enviará al Gobierno una propuesta de mejora sobre el plan anunciado por Sánchez la semana pasada que cuenta con 14.000 millones de inversión, pero sólo 400 de ellos son a fondo perdido y la mitad pertenecen a ayudas ya aprobadas con anterioridad. Por ello, Feijóo ha desgranado hasta diez propuestas que, en su opinión, deben acompañar a las medidas anunciadas, incluida la defensa de la energía nuclear, menores impuestos y coordinación con la UE. Todo ello, tras reunir a una treintena de asociaciones, además de medio centenar de cargos autonómicos.
En este sentido, ha exigido a Sánchez tener visión de Estado para no hacer de esto una cuestión partidista y de enfrentamiento entre partidos, como ha ocurrido, por ejemplo, con la Dana y las ayudas a los afectados. "Si tratamos esta crisis como lo que es, una cuestión de Estado, el PP estará al servicio de la nación", ha defendido, recordando que no se pondrán al servicio de "minorías", en referencia a los socios del Gobierno, ni tampoco de "potencias extranjeras", en alusión también a Vox y sus alianzas internacionales.
Precisamente, ha vuelto a dirigirse a Abascal después de que se haya ofrecido para mediar ante Trump por su supuesta buena relación con él, a pesar de no tener competencias de ningún tipo ya que todas las medidas deben ser ratificadas por el Gobierno y, más aún, por la UE. "Mientras algunos discuten sobre quién es más amigo o enemigo de Trump, miles de españoles esperan soluciones, dejémonos de golpes en el pecho o deditos levantados para la refriega política y manos a la obra", ha reclamado al líder de Vox.