
Sin duda, pocas rivalidades políticas han alcanzado la intensidad y la resonancia mediática de la que han sido protagonistas Podemos y Sumar en los últimos meses. Lo que en su momento se presentó como una coalición nacida bajo el estandarte de la confluencia y la unidad, ha experimentado una transformación paulatina hacia una contienda perpetua, a pesar de los reiterados y desesperados llamamientos de Yolanda Díaz para que Podemos se incorporara a su espacio en horas bajas según las encuestas.
La respuesta de los morados ha sido tajante: colocar a Irene Montero al frente de un proyecto alternativo que no solo desafía la hegemonía de Díaz, sino que también resalta la fractura ideológica que separa a ambas formaciones. En este contexto, la presencia de la vicepresidenta segunda en una futura coalición se ha convertido en una auténtica línea roja para Podemos.
A las puertas del congreso ordinario de la formación morada, conocido como La Quinta, en el que, conforme a todas las previsiones, Ione Belarra revalidará su mandato al frente de Podemos, Pablo Iglesias ha lanzado su obra Enemigos íntimos, publicada por la editorial Navona. En este libro, Iglesias dedica un capítulo íntegramente a la vicepresidenta Yolanda Díaz, a quien acusa, con vehemencia, de haberse "enamorado de la fama" y de encontrarse atrapada en una "nube de narcisismo".
En un tono claramente crítico, el líder de Podemos en la sombra, que ante los medios de comunicación lanzó un triunfante "Podemos vuelve", subraya lo que percibe como el temor existencial de Díaz a "dejar de ser la persona a la que todos miran cuando entra a una sala". No obstante, el propio Iglesias, durante la presentación de su libro en la taberna Garibaldi, aprovechó la ocasión para rodearse de sus seguidores, dándose un baño de masas, y solicitar una contribución económica con el fin de encontrar un local de mayores dimensiones, tras haber acusado al alcalde de Madrid de censurarlo al impedir la realización del acto en un Centro Cultural de Vallecas.
En el capítulo titulado ‘Yolanda en la corte del rey Felipe’, Iglesias no se limita a trazar una radiografía de la transformación de Yolanda Díaz, sino que va más allá al detallar cómo su evolución personal y política se ha manifestado en un cambio sustancial de "forma de actuar y de vestir". Sin embargo, lo que realmente resalta en su análisis es la comparación de la figura de Díaz con la de Íñigo Errejón, exdirigente de Podemos y exportavoz parlamentario de Sumar, denunciado por acoso sexual.
"¿Acaso los de Podemos éramos idiotas y no sabíamos seducir a los medios? Ambos —Íñigo, Yolanda— eran una construcción mediática concebida para destruirnos", señala Iglesias en un texto que no escatima en sutilezas, subrayando, con precisión, el declive político que acecha a Sumar. En sus palabras, tanto Díaz como Errejón representan la traición en su máxima expresión, pues considera que ambos nacieron, desde el principio, para socavar la base de Podemos, alineándose como "subalternos del PSOE a cambio de ministerios". En este contexto, Iglesias lanza un dardo envenenado contra Díaz, acusándola de entregarse por completo a los ideales del Partido Socialista. Este ataque cobra mayor fuerza después de que Irene Montero haya sugerido que Díaz se integre en la lista electoral de Pedro Sánchez.
Iglesias y Díaz compartieron un espacio común en el gabinete, con la vicepresidencia de Díaz siendo, en muchos sentidos, el reflejo de la apuesta por una representación más moderada dentro de la izquierda. Un ensalzamiento que tanto Iglesias como Irene Montero han calificado como su mayor error en política.
Este libro no es simplemente la culminación de un conflicto latente entre antiguos compañeros de partido, sino que se erige como una feroz contienda por la primacía política de Podemos en detrimento de Yolanda Díaz. Según Iglesias, el destino de Díaz está sellado, y augura que su salida de la política será inevitable, acompañada de una ironía mordaz: "Ella ya puede considerarse un personaje histórico, con muchas anécdotas que contarles a sus nietos".


