En el libro de condolencias, Almeida escribió que la ciudad "llora la pérdida de Su Santidad", una figura que, según sus palabras, "consiguió trascender a la propia Iglesia Católica hasta alcanzar el corazón de todos".
El alcalde expresó su convicción de que ahora el Papa "guiará desde el cielo para ser un poquito mejores".

