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La izquierda, consternada, llora la muerte de su Papa

Pedro Sánchez, Yolanda Díaz o Gabriel Rufián elogian su labor y legado mientras Alberto Núñez Feijóo o Santiago Abascal se ponen de perfil.

Pedro Sánchez, Yolanda Díaz o Gabriel Rufián elogian su labor y legado mientras Alberto Núñez Feijóo o Santiago Abascal se ponen de perfil.
Cristina Fernández de Kirchner y el Papa Francisco | Cordon

El Papa Francisco I ha roto esquemas durante su pontificado en varios sentidos, incluido el ámbito político. Mientras que sus antecesores, Benedicto XVI y, sobre todo, Juan Pablo II, destacaron por su lucha contra el comunismo, Bergoglio se acercó a sectores de la izquierda que lloran ahora su marcha y le dedican todo tipo de elogios, a pesar de ser los que más han atacado a la Iglesia y a los católicos.

El Gobierno de Pedro Sánchez ha sido uno de los más efusivos en sus alabanzas, con el presidente a la cabeza, que destacaba del Papa "su compromiso con la paz, la justicia social y los más vulnerables". El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, protagonizaba incluso una declaración institucional desde la Moncloa para decir que fue "un gran Papa, un buen hombre" y que "nos quería y le queríamos". "El Gobierno de España ha sentido siempre cerca su labor y sus valores", afirmaba.

De despreciar a los católicos a llorar a Francisco I

Sumar, Izquierda Unida o Podemos, defensoras del laicismo y abiertamente contrarios a la tradición cristiana, a la que desprecian de forma sistemática, han coincidido, sin embargo, en rendir homenaje al Papa, del que destacan su "defensa de los más desfavorecidos", su lucha por "resolver los conflictos armados a través del diálogo", su "batalla contra el cambio climático" o su respaldo a los inmigrantes.

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, que ha reivindicado en diversas ocasiones su buena relación con el Papa Francisco tras mantener dos audiencias privadas en el Vaticano, le ha descrito como el "gran embajador del trabajo decente, de la paz y de la justicia social". Desde Sumar, han expresado su deseo de que "la Iglesia del siglo XXI preserve y prolongue su legado". Así lo manifestó la coordinadora de la formación, Lara Hernández, quien lo calificó como un auténtico "símbolo" universal.

"El Papa Francisco condenó la guerra de Ucrania, el genocidio en Palestina, así como otras tantas guerras que han sido olvidadas y señaló su firme compromiso de trabajar por conseguir y trabajar la paz", dijo Hernández, quien destacó también que el Papa "defendió la justicia social, climática, la paz a través de la fraternidad de los pueblos y la defensa de la población migrante. Por supuesto rechazó el capitalismo salvaje".

"El mundo será un lugar peor" para la izquierda

Podemos ha mantenido históricamente una postura muy crítica hacia la Iglesia católica, abogando por la derogación de los acuerdos con la Santa Sede y acusándoles de privilegios institucionales, pero, en este caso, el portavoz morado, Pablo Fernández, ha dicho que el Papa "ha denunciado el genocidio en Gaza o a criticado al Gobierno de Trump por su política migratoria" y que "ha intentado que la Iglesia avance a posiciones más progresistas, más abiertas y menos reaccionarias. "Esperemos que lo que venga no sea una ola reaccionaria", concluía.

En redes sociales, tanto la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, como la candidata de la formación, Irene Montero, han expresado sus condolencias por el fallecimiento del Papa Francisco. Belarra acompañó su mensaje con el versículo Mateo 25:35-46, en el que se exalta la compasión hacia los más vulnerables mientras que Montero destacó su compromiso con la justicia social o su rechazo a la política migratoria de Donald Trump.

Incluso dirigentes separatistas como Carles Puigdemont o Gabriel Rufián también han lamentado su muerte. El líder de Junts le ha calificado como un hombre "bueno" e "inteligente" mientras que el de ERC ha dicho que "el mundo será un lugar peor" tras su fallecimiento.

La derecha opta por un perfil bajo

Esta cercanía con la izquierda marca un pontificado muy controvertido, en el que buena parte de las críticas hacia la labor de Francisco I han partido de la derecha, principal defensora de la tradición cristiana y el catolicismo y que, en el mejor de los casos, ha optado por el silencio ante las decisiones adoptadas por el Papa. Esto explica algunas de las reacciones que se han producido a su fallecimiento.

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, evitaba valorar su legado o su labor al frente de la Iglesia para decir que "ha servido al mundo y a la Iglesia desde sus convicciones y pensamiento". En la misma línea, la vicesecretaria Ester Muñoz se limitaba a expresar su "respeto a la figura de Francisco" y repetía lo escrito por Feijóo en X.

El líder de Vox, Santiago Abascal, escribía un escueto mensaje para decir apenas que "nos unimos a las oraciones de millones de católicos por el alma del Papa". Su portavoz, José Antonio Fúster, apenas afirmaba que "nos unimos al sentimiento de dolor" y corría un tupido velo al asegurar que "confiamos en que el próximo cónclave, los cardenales, unidos en torno a la fe, y con una mirada responsable, responsable sobre los retos del mundo, elijan al mejor sucesor".

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