"Esto es Pedro Sánchez, directamente con Cerdán y con Leire", así explicaba el empresario Javier Pérez Dolset la operación destinada a obtener información comprometedora sobre miembros de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. Las declaraciones fueron realizadas en una conversación telefónica en septiembre del año pasado y difundidas por El Confidencial.
Un audio que, según Moncloa, está "descontextualizado", ya que "no se escucha ni el antes ni el después", y por ello piden que se publique el resto de la conversación. Aunque, a pesar de lo conocido y de las evidencias, no creen que "se señale a Sánchez". Fuentes del Ejecutivo rechazan esta información porque "se trata de una mentira construida para generar un debate falso".
No se trata de una estrategia nueva. Desde Ferraz también han pedido que se publique íntegramente la conversación entre Leire Díez y el empresario vasco Alejandro Hamlyn, en la que se pedía información comprometida sobre el teniente coronel de la UCO, Antonio Balas, a cambio de beneficios judiciales. Los socialistas creen que la duración total es de dos horas, pero solo han trascendido 53 minutos.
En el Ejecutivo hay bastante tranquilidad, porque consideran que no hay motivos para judicializar este caso y reiteran que "no hay cloacas" ni en el partido ni en el Gobierno. De ahí su confianza en que, al final, y pese a los cantos de sirena por parte de Feijóo para armar una moción de censura, los socios seguirán respaldando a Sánchez.
Pese a estos audios, el presidente del Gobierno ha rechazado responder a las preguntas de la prensa durante su comparecencia con el primer ministro esloveno, Robert Golob. Fuentes del Ejecutivo explican que "contestar a estas barbaridades es darles credibilidad", pese a que Sánchez lleva un mes —desde el 28 de abril, tras el Consejo de Ministros celebrado después del apagón— sin responder a preguntas de la prensa.