
El magistrado instructor del Supremo Leopoldo Puente acaba de mandar a prisión a Santos Cerdán por la "extraordinaria" avalancha de indicios que apuntan al cohecho, organización criminal y tráfico de influencias. Grabaciones, mensajes y agendas desbordan unos informes de la UCO donde se habla abiertamente y por todas partes de mordidas, prostitutas, cobros de comisiones ilegales por el petróleo venezolano y amaños de obras públicas.
Para colmo, Cerdan y su equipo jurídico decidieron enfocar su defensa diciendo que el PSOE es un pobre partido perseguido por una conspiración formada, entre otros, por el fiscal anticorrupción y el juez que les escuchaban. Pero el colofón a su delirante enfoque jurídico llegó de la mano de la explicación dada al documento oculto que pudo localizar la UCO en el registro de la vivienda del socio de Cerdán -Antxon Alonso, un empresario de la órbita del proetarra Otegi-.
Adjudicaciones amañadas
Ese documento mostraba a las claras que Cerdán era socio al 45% de una de las principales empresas beneficiadas por las adjudicaciones presuntamente amañadas y que se lo habían ocultado incluso al Registro Mercantil. Pues bien, el glorioso argumento de Cerdán y su abogado -Benet Salellas, ex diputado de la CUP- fue asegurar que el ya preso y exnúmero dos de Sánchez lanzó la empresa de la trama porque iba a dejar la política, pero que se arrepintió una semana después tras hablar con su mujer.
El juez ha dejado reflejado el fragmento en sus escritos. "Por otro lado, en el registro efectuado en el domicilio de don Joseba Antxon Alonso Egurrola, propietario y administrador único de SERVINABAR fue intervenido un contrato privado de compraventa por el que éste cedía 1.350 participaciones sociales (de las 3.000 en las que se estructura la mercantil) a don Santos Cerdán. Ciertamente, y como éste explicó en su declaración, dicho documento no llegó a elevarse a público, más es claro que esto no le privaría de valor y eficacia entre las partes y, desde luego, en cualquier caso, subraya el vínculo que don Santos mantuvo con la mencionada mercantil", detalla el juez.
Momento de trabajar
Pero lo más delirante llega con la explicación ofrecida ante esta burda ocultación del evidente uso de una empresa de la trama para cobrar adjudicaciones públicas sin que se viera: "Explicó el investigado, siempre a preguntas de su Letrado, que el contrato privado, cuya existencia y firma personal reconoce así, fue suscrito como consecuencia de unos malos resultados electorales producidos para el PSOE en Navarra, malos resultados de los que se consideraba responsable. Esto le habría llevado entonces, en el año 2015, a valorar el abandono de la actividad política y, habiendo ofrecido su amigo don Joseba Antxon participar con él en la referida empresa, habría considerado esa posibilidad". Por lo visto, ante los malos resultados del PSOE le entró el remordimiento y decidió que había llegado el momento de trabajar. En la vida empresarial real.
Pero duró poco el arrebato. Muy poco. Porque lo "descartó después, el siguiente fin de semana a la firma, tras hablarlo con su esposa". Fin de la vida en el duro mundo del trabajo real. Señala el juez: "Contrasta vivamente esa tesis con el hecho cierto que don Joseba Antxon conservara todavía el mencionado documento y, muy especialmente, con las capacidades de gestión o vínculos del Sr. Cerdán con respecto a SERVINABAR, ya referidos, varios años después de eso".

