
Salvador Illa está de viaje en China. Ningún presidente independentista de la Generalitat había llegado tan lejos en su despliegue internacional antes, durante y después del Procés. Pasqual Maragall marca el único precedente. El exalcalde de Barcelona viajó a China en calidad de presidente de la Generalidad en octubre de 2004 y alcanzó a reunirse con el que según las crónicas era el número 4 del régimen, el presidente de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, Jia Qinglin.
Illa, por su parte, se ha visto con el vicepresidente del comité permanente de la Asamblea Popular, Wu Weihua, y con Yin Li, un miembro del comité central del partido comunista y jefe del partido en Pekín. Pero mucho más sustantiva fue su visita a la sede compañía Huawei en pleno conflicto por el contrato del ministerio del Interior con la compañía china para el tratamiento y almacenamiento de las escuchas judiciales. El asunto ha encendido las alarmas tanto en los Estados Unidos como en la Unión Europea dadas las vinculaciones de Huawei con los servicios de inteligencia chinos.
Illa trató de restar importancia a la cita, pero prueba de su trascendencia es que se prohibió el acceso de la delegación de periodistas que acompaña al presidente de la Generalidad y no se pudieron tomar imágenes.
La excusa del "Mobile"
El líder socialista catalán justificó su presencia en la oficinas de Huawei porque se trataba de un encuentro que estaba agendado desde hacía meses y porque quería agradecer a los responsables de la compañía tecnológica su apuesta por el certamen de telefonía barcelonés Mobile World Congress, ya que, según explicó Illa, Huawei es uno de los grandes patrocinadores del evento ferial catalán, participó desde la primera edición y siempre ha dispuesto del stand más grande.
Nada más reunirse con los dos primeros prebostes de la tupida e insondable nomenclatura comunista Illa anunció la más que probable apertura de una delegación oficial de la Generalidad en Pekín, las denominadas "ambaixadas" o "embajadetas" utilizadas durante el Procés para la propaganda exterior separatista. Será la número 22 de la Generalidad socialista, que lejos de replegarse tras el golpe de Estado ha asumido el programa de máximos del independentismo.
Acció y la agencia turística oficial
Se da la circunstancia de que la Generalidad ya dispone de cuatro oficinas en la zona. Se trata de una oficina de la Agencia Catalana de Turismo en Pekín, más tres oficinas de "Acció" (una agencia para la competitividad dependiente de la administración autonómica) en la capital, Shangai y Hong Kong. Sin embargo, el Govern considera una prioridad abrir otra sede en China antes de que acabe el año y cuyo coste y personal no se ha especificado.
La sombra de las mascarillas
Además de una lectura "doméstica" catalana, el viaje también tiene claves de política nacional. La sombra de los contratos de mascarillas y material sanitario, parte en mal estado, con sociedades chinas persigue a Salvador Illa. El líder del PP catalán ya le ha interpelado en dos ocasiones en la cámara catalana por el asunto y las alusiones en las grabaciones de Koldo a Salvador Illa y los contratos de la pandemia. Illa ha replicado airado en las dos ocasiones que no pesa ni ha pesado ningún cargo sobre él.
El presidente de la Generalidad tampoco puede zafarse de la condición de ser uno de los posibles sucesores de Pedro Sánchez. En su viaje a China está contando en todo momento con el apoyo de la embajadora, Marta Betanzos. Se produce además la visita once meses después que la efectuada por Pedro Sánchez y tras las múltiples gestiones de José Luis Rodríguez Zapatero a favor del régimen chino.
En cuanto a la sucesión, Salvador Illa fue llamado a la Moncloa por Sánchez pocas horas después de la patética comparecencia en Ferraz para escenificar el ajusticiamiento socialista de Santos Cerdán, una prueba más del peso de Salvador Illa en el PSOE. Los equilibrios territoriales socialistas cambiaron radicalmente a raíz de la pérdida de la Junta de Andalucía. Desde entonces, el principal granero de votos del socialismo está en Cataluña y lo que antes era en el PSOE la federación andaluza ahora lo es el PSC, sobre el papel un partido distinto.



