El sindicato UGT ha provocado la indignación del colectivo de trabajadoras sexuales tras las declaraciones realizadas por su secretario general, Pepe Álvarez, el pasado 1 de julio. En rueda de prensa, Álvarez afirmó que la prostitución "no es un trabajo" y que constituye "violencia sexual". Unas palabras que han sido respondidas con dureza por OTRAS, el sindicato de trabajadoras sexuales, que acusa a UGT de "faltar a la verdad" y de "darles la espalda".
En línea con el Gobierno socialista, UGT está a favor de abolir la prostitución en contra del criterio de los trabajadores sexuales. Y aunque el Congreso rechazó el plan socialista para criminalizar a los clientes y proxenetas en mayo de 2024 (solo lo apoyaron Coalición Canaria, BNG, UPN y José Luis Ábalos), el Ministerio de Igualdad asegura que está trabajando en un nuevo texto abolicionista que, según Pepe Álvarez, UGT también apoya.
"Las trabajadoras sexuales exigimos rigor y responsabilidad a los sindicatos. No se pueden inventar cifras para justificar posturas políticas", denunció Mónica Martín, secretaria general de OTRAS. Martín hace referencia a los datos citados por UGT, que hablaban de 150.000 mujeres en prostitución y un 80% en riesgo de trata. Según OTRAS, estas cifras no solo carecen de respaldo oficial, sino que contradicen incluso estudios promovidos por el propio Ministerio de Igualdad.
Falseando las cifras
El Macroestudio sobre Trata y Prostitución de Mujeres (2024), financiado por Igualdad y basado en más de 200.000 anuncios en webs de servicios sexuales, estimó que el número de mujeres en riesgo de trata oscila entre 9.700 y 17.600 (entre un 8,5% y un 15,4%), y que hasta un 24% podrían estar en situación de explotación sexual. Unos porcentajes muy alejados del alarmismo propagado por UGT, recuerdan desde OTRAS.
A esto se suman otros datos, como los del estudio liderado por la antropóloga Carmen Meneses en 2021, que calculaba entre 80.000 y 100.000 personas ejerciendo la prostitución en España, de las cuales el 10% serían víctimas de trata. Una investigación más reciente del Comité de Apoyo a las Trabajadoras del Sexo (CATS) cifraba ese porcentaje en apenas el 9%.
"En el trabajo sexual, al igual que en otros sectores, se producen abusos en el ámbito laboral, y gran parte de esos abusos tienen su raíz en la falta de derechos laborales", insisten desde OTRAS, que afirman que la clave para defender a las trabajadoras sexuales radica en la despenalización de su actividad.
No hay diálogo
Según OTRAS, UGT fue invitada en enero a participar en un espacio de diálogo sobre una propuesta legislativa de despenalización del trabajo sexual. La reunión pretendía abrir un canal de comunicación para contrastar posturas y escuchar a las trabajadoras afectadas. Sin embargo, el sindicato liderado por Álvarez rechazó asistir, alegando falta de disponibilidad y sin ofrecer alternativa alguna para reprogramar el encuentro.
OTRAS exigen que el debate deje de basarse en clichés y cifras infladas, y se centre de una vez en derechos, datos reales y voz propia: "Si queremos debatir seriamente sobre derechos laborales, protección frente a la trata y reconocimiento de nuestra actividad, ese diálogo debe basarse en datos verificables y en la participación de quienes vivimos esta realidad en primera persona", señalan desde OTRAS.