El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, se ha mostrado partidario de prohibir el burka y el niqab en espacios públicos porque "afecta a la dignidad de la mujer y la seguridad". Se trata de prendas de vestimenta que ocultan el rostro, dejando apenas visible los ojos. No así el velo islámico, que defiende seguir permitiendo ya que sólo cubre el cabello.
"Toda aquella vestimenta que atente contra la dignidad de la mujer o contra la seguridad en espacios públicos debe de ser prohibida en nuestro país", ha dicho en una entrevista concedida a Europa Press. "Somos partidarios de prohibirlo", añadía, aunque sin concretar su su partido promoverá algún tipo de iniciativa en el nuevo curso político para hacerlo efectivo.
Francia, Bélgica o Austria prohibieron el velo integral hace años mientras que Alemania, Italia o Países Bajos ponen muchas limitaciones en espacios públicos. El debate lleva años instalado en Europa y ha llegado ahora a España de la mano de partidos como Junts o Aliança Catalana, que promueven su prohibición, al igual que el velo islámico. También Vox es partidario de impedir el uso de todas estas prendas.
Un punto en el que difiere con el PP, que no es partidario de prohibir el velo. En opinión de Feijóo, el velo no afecta "ni a la dignidad de la mujer ni a la seguridad en los espacios públicos" y, por tanto, el PP es "partidario de seguir permitiéndolo con normalidad".
La polémica de Jumilla
Preguntado por lo ocurrido en Jumilla, tras el acuerdo municipal entre PP y Vox para prohibir rituales musulmanes en instalaciones públicas, Feijóo ha dicho que "no se ha vetado a ninguna religión" sino que un gobierno municipal ha ejercido "su competencia para decidir que en las instalaciones deportivas se ejerce exclusivamente el deporte". "Y esto afecta a la religión musulmana y a la religión católica. ¿Cuál es la discriminación?", añadía.
"Ni el cinismo hipócrita de la izquierda ni el trazo grueso de Vox pueden afectar al Estado de Derecho", ha añadido, asegurando que el PP va a garantizar la libertad religiosa y el cumplimiento de la Constitución, ya que los de Abascal pretendía prohibir las celebraciones de los sacrificios del Cordero, un rito musulmán que, según Feijóo, tendrá que hacerse conforme a las normas de salud públicas, pero "no prohibirse" porque España es un "Estado aconfesional".
