
En el PSOE se rasgan las vestiduras asegurando que son el partido más feminista y que cuentan con un protocolo antiacoso. Sin embargo, cuando un caso les salpica, como el de Paco Salazar o el exsecretario de Organización de Torremolinos, la reacción es tardía y el protocolo se revela "inútil", según fuentes socialistas.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que no ha condenado a Salazar tras los comportamientos que se le atribuyen, descartó de forma tajante en una conversación informal con periodistas en el Día de la Constitución que el PSOE tenga intención de acudir a la Fiscalía con las denuncias contra su exasesor en Moncloa, pese a testimonios como: "Si te agachabas a coger algo del suelo, te decía que te agacharas otra vez para demostrar lo flexible que eras", "escenificó un día en medio del despacho una felación con todo lujo de detalles sin venir a cuento", o "si ponías límites, pagabas las consecuencias".
La justificación de Sánchez para no elevar estas graves acusaciones a la justicia es que "legalmente no es posible", pese a que el PSOE siempre ha defendido públicamente la importancia de proteger a las víctimas. El presidente invita a las denunciantes, mujeres que trabajaron con Salazar en Moncloa, a "considerar si deben denunciar a Fiscalía". En todo caso, asegura que, si dan ese paso tras meses de inacción y de protección implícita del Gobierno hacia Salazar, el partido "les apoyará y les ayudará".
Durante el Día de la Constitución, Sánchez, que no hizo ningún anuncio y observó cómo muchos de sus ministros optaron por mantenerse al margen, yéndose rápidamente de los actos institucionales para no hablar con la prensa, reivindicó que no tuvo conocimiento de estos supuestos comportamientos hasta que se publicaron en los medios, el mismo argumento que utilizó al hacerse públicos los audios del exministro José Luis Ábalos y Koldo García repartiéndose mujeres. Como en aquellos casos, parece que Sánchez ha asumido un pacto de no agresión con Salazar, al que no ha condenado de forma rotunda.
Según el número 1 del PSOE, no existió voluntad de ocultar el caso Salazar cuando el partido alegó un "error informático" tras la desaparición de las denuncias del canal interno. Sin embargo, Sánchez defendió la "contundencia" mostrada por el Ejecutivo y el PSOE.

