L. D. / EP.-
El documento recomienda una serie de mejoras en el sistema para evitar polémica e incertidumbre como la vivida el pasado año debido a lo ajustado del resultado en el estado de Florida. Bush, cuya victoria en esas elecciones aún se pone en duda, recibió el informe pero sólo como “guía” para una reforma electoral. Jimmy Carter presentó el documento a Bush en una ceremonia en la Casa Blanca, Ford no pudo asistir por un compromiso anterior. El presidente afirmó que aceptaba el informe y señaló que recomienda “el empleo de los principios básicos contenidos en él, como guías para una reforma significativa” del sistema electoral.
El informe recomienda devolver el derecho de voto a los criminales menores y permitir emitir votos provisionales a las personas cuya identidad no pueda ser comprobada en el momento por los trabajadores de las mesas electorales. El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, apoyó estas medidas al tiempo que recordó que Bush, cuando era gobernador de Texas, eliminó la prohibición de votar dos años después de cumplir su condena a los criminales menores.
A los medios de comunicación, el informe les pide un embargo voluntario de encuestas a pie de urna y proyecciones de resultados hasta que hayan cerrado los colegios electorales en todo el país. Si no lo cumplieran, la comisión cree que el Congreso debería imponer una prohibición de revelar resultados oficiales hasta el cierre de todos los colegios electorales. El informe indica que “si es necesario los estados y el Congreso deberán legislar, respetando el derecho de expresión, para preservar la integridad del proceso electoral”.
Esta medida surge de la polémica del pasado año, cuando las grandes cadenas de televisión otorgaron a Al Gore la victoria en Florida mientras los colegios electorales del oeste del país estaban aún abiertos. Este hecho pudo haber influido a votantes demócratas a decidir no acercarse a las urnas al creer que su partido ya estaba a punto de ganar, como habría sucedido si Gore hubiera ganado en Florida. Bush no hizo comentarios sobre las medidas más polémicas, pero sí se mostró a favor de la modernización del equipamiento de los colegios electorales, el control local de las elecciones, y la protección del derecho a votar de las tropas estadounidenses en el extranjero.
La comisión propone que el Gobierno federal ordene a los estados mejoras en la maquinaria y sistemas de registro de votantes, a cambio de partidas presupuestarias. Los miembros de la comisión creen que, aunque el sistema es mejorable, el marco actual es válido, y el Gobierno tiene los medios para ponerlo a punto. Su informe también indica que bastaría con que el estado federal destinara 400 millones de dólares anuales a los estados para poner al día el equipo electoral.
El informe recomienda además otras reformas, como el cambio de la fecha de la fiesta nacional de los veteranos, actualmente 11 de noviembre, para que coincida con el día de la elecciones, para de esta forma aumentar la participación y la disponibilidad de trabajadores para las mesas electorales. Los republicanos se oponen a esta medida, ya que una mayor participación de los trabajadores favorecería a los demócratas. El portavoz de la Casa Blanca anunció que consultarían con las asociaciones de veteranos antes de decidirse sobre este asunto.
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El informe recomienda devolver el derecho de voto a los criminales menores y permitir emitir votos provisionales a las personas cuya identidad no pueda ser comprobada en el momento por los trabajadores de las mesas electorales. El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, apoyó estas medidas al tiempo que recordó que Bush, cuando era gobernador de Texas, eliminó la prohibición de votar dos años después de cumplir su condena a los criminales menores.
A los medios de comunicación, el informe les pide un embargo voluntario de encuestas a pie de urna y proyecciones de resultados hasta que hayan cerrado los colegios electorales en todo el país. Si no lo cumplieran, la comisión cree que el Congreso debería imponer una prohibición de revelar resultados oficiales hasta el cierre de todos los colegios electorales. El informe indica que “si es necesario los estados y el Congreso deberán legislar, respetando el derecho de expresión, para preservar la integridad del proceso electoral”.
Esta medida surge de la polémica del pasado año, cuando las grandes cadenas de televisión otorgaron a Al Gore la victoria en Florida mientras los colegios electorales del oeste del país estaban aún abiertos. Este hecho pudo haber influido a votantes demócratas a decidir no acercarse a las urnas al creer que su partido ya estaba a punto de ganar, como habría sucedido si Gore hubiera ganado en Florida. Bush no hizo comentarios sobre las medidas más polémicas, pero sí se mostró a favor de la modernización del equipamiento de los colegios electorales, el control local de las elecciones, y la protección del derecho a votar de las tropas estadounidenses en el extranjero.
La comisión propone que el Gobierno federal ordene a los estados mejoras en la maquinaria y sistemas de registro de votantes, a cambio de partidas presupuestarias. Los miembros de la comisión creen que, aunque el sistema es mejorable, el marco actual es válido, y el Gobierno tiene los medios para ponerlo a punto. Su informe también indica que bastaría con que el estado federal destinara 400 millones de dólares anuales a los estados para poner al día el equipo electoral.
El informe recomienda además otras reformas, como el cambio de la fecha de la fiesta nacional de los veteranos, actualmente 11 de noviembre, para que coincida con el día de la elecciones, para de esta forma aumentar la participación y la disponibilidad de trabajadores para las mesas electorales. Los republicanos se oponen a esta medida, ya que una mayor participación de los trabajadores favorecería a los demócratas. El portavoz de la Casa Blanca anunció que consultarían con las asociaciones de veteranos antes de decidirse sobre este asunto.
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