La Liga Nacional de Fútbol en Estados Unidos (NFL) está destinando decenas de millones de dólares a la financiación de grupos de ultraizquierda que quieren eliminar los cuerpos policiales, cerrar las prisiones o acabar con las políticas migratorias, según ha desvelado este miércoles Fox News.
La NFL lleva años destinando "decenas de millones de dólares", según la propia Liga, al programa Inspire Change, un programa para fomentar lo que la propia Liga denomina "justicia social". Estas iniciativas, en principio inocentes, buscan la igualdad de oportunidades, la salud en el deporte y la educación. Sin embargo, el programa ha derivado en la financiación de asociaciones políticas que buscan reformar el código penal y retirar los fondos a los diferentes departamentos de policía del país, una cuestión de la que la NFL no habría informado previamente, según Fox News.
Alguno de esos grupos que reciben financiación son el Oregon Justice Resource Center, que este año ha recibido 300.000 dólares (algo más de 266.000 euros) por parte de la NFL. También se ha financiado desde el año 2020, aunque no está claro con cuánto dinero, a Vera Institute of Justice, una organización cuyo presidente asegura que está comprometido a "encontrar soluciones que eliminen los fondos de la policía y transfieran el poder a las comunidades", escribió el presidente del grupo.
Otra de las organizaciones que está recibiendo dinero de la NFL es la Community Justice Exchange. Estos también pretenden eliminar la policía y las prisiones, así como la aplicación de la ley de inmigración: "Trabajamos por un mundo sin cárceles, vigilancia, enjuiciamiento o cualquier forma de detención o supervisión", afirma el grupo en su página web.
Además, Community Justice Exchange colabora con otra organización polémica: Minnesota Freedom Fund, una organización que recibió 20 millones de dólares en donaciones durante 2020 para pagar las fianzas de los arrestados durante los disturbios del Black Lives Matter.
La propia vicepresidenta Kamala Harris apoya a esta organización, que está en el foco de la polémica porque el pasado mes de septiembre ayudó a poner en libertad a un presunto maltratador de Minneapolis que poco después mató a un hombre durante una disputa en la carretera.