Darien Tyler Urban, de 21 años, y Shalene Faith Ehlers, de 20, han sido arrestados por intentar vender a su bebé a un desconocido en un camping cercano a Beaver Lake, en la ciudad de Rogers (en Arkansas, EEUU). Cuando los agentes encontraron al menor, que se encontraba con un hombre ajeno al ámbito familiar, ordenaron su inmediato traslado al hospital, al entender que precisaba atención médica.
Los hechos sucedieron el pasado 21 de septiembre. El gerente del recinto -en el que llevaban viviendo un tiempo los progenitores del niño- dio aviso a la oficina del sheriff del condado de Benton al enterarse de que la pareja de veinteañeros pretendía entregar su pequeño a un desconocido, a cambio de un cheque de 1.000 dólares y unas cervezas. El acuerdo se habría firmado en una de las caravanas del camping.
Cuando la policía llegó al lugar, el bebé se encontraba en manos del presunto comprador, un varón llamado Cody Martin, que también residía en Beaver Lake Hideaway Campground. Lo más llamativo es que tenía en su poder una carta (a modo de contrato), que había sido firmada por los padres biológicos del niño y en la que quedaban reflejadas las terribles condiciones en las que se producía el intercambio.
"Nosotros, Darien Urban y Shalene Ehlers, estamos cediendo a [Martin] los derechos de nuestro bebé por 1.000 dólares el 21/09/24". Así comenzaba el escrito, que -además- incluía una ‘clausula’ de descarga de responsabilidades en la que ambos progenitores se comprometían a que "no habrá cambio de opinión" y "nunca más se comunicarán" con el menor.
Por su parte, Martin habría aceptado la "adopción" del niño porque Ehlers le explicó que no podía cuidar a su bebé. El inconveniente: sus mascotas. "No estaba funcionando tener tres perros y un bebé", comentó -informa Kansas City Star- a los agentes que se presentaron en su caravana y le pidieron que les diera su versión de los hechos. El mismo habría comentado previamente lo ocurrido al gerente del camping, que llamó a la oficina del sheriff.
Por unas cervezas
Según la declaración de los testigos, todo comenzó por unas cervezas. Un tipo llamado Ricky Crawford, residente del camping y notablemente ebrio, fue clave en los hechos. El varón resultó ser una especie de intermediario en la transacción, aunque él aseguró a la policía que visitó la caravana de Urban y Ehlers aquella noche porque estaba "preocupado por el bienestar del bebé".
Lo que Crawford transmitió a la policía es que la compra del menor no fue premeditada. Él -que según la policía olía mucho a alcohol y luchaba por mantenerse erguido- quiso cuidar del pequeño unas horas porque consideró que los padres no estaban en condiciones de hacerlo. Así que decidió ofrecerles unas cervezas para que accedieran. "Urban y Ehlers aceptaron" y le dieron al pequeño, junto con una bolsa de pañales.
Él lo llevó a otra caravana en la que estaba Martin. Y es allí donde se habría cerrado el trato. Más tarde se presentaron los padres del niño, charlaron y se inició la "adopción" por parte del segundo hombre. Es decir, que elaboraron la carta y entregaron al bebé a aquel tipo al que acababan de conocer. Él debía hacerles este lunes el pago de los 1.000 dólares (el precio que pusieron a su bebé).
En mal estado
El pequeño, según ha declarado una testigo, tenía "un olor desagradable a amoníaco y heces". Cuando le cambiaron el pañal, se encontraron con que tenía "un sarpullido intenso, ampollas e hinchazón en las nalgas y los genitales". Los investigadores ordenador el traslado del pequeño de dos meses a un hospital para que recibiera la atención médica que precisaba. Sus padres fueron detenidos.
"Con base en la totalidad de la investigación, se cree que tanto Urban como Ehlers crearon un riesgo sustancial de muerte o lesiones físicas graves al abandonar a su hijo menor inicialmente con un hombre obviamente intoxicado y finalmente con alguien que no conocían", recoge la declaración jurada del agente.
Llama la atención que Urban fuera liberado rápidamente -el martes 24 de septiembre- tras pagar una fianza de 50.000 dólares. Ehlers, por su parte, permanece detenida en la cárcel del condado de Benton, bajo fianza de 30.000 dólares. Ambos tienen antecedentes. Ella por hurto. Él por hurto grave y agresión doméstica. De hecho, estaba en libertad condicional en el momento de la detención.
¿Y el otro bebé?
Urban puso en marcha el año pasado una iniciativa de financiación colectiva en la plataforma Gofoundme con el objetivo de recaudar dinero para poder criar a su primera hija. Una bebé llamada Rosa que -supuestamente- nació el 20 de mayo de 2023. "Estoy súper feliz de ser papá", aseguraba él, "pero me siguen golpeando cada vez que pienso que la vida empieza a cambiar".
"Vivimos en un motel y me están quitando todo el dinero de mis cheques de pago del trabajo. Trabajo para Uber Eats", argumentaba él para justificar su iniciativa. "Todos los fondos que obtengamos con esto se utilizarán para conseguir un mejor techo para mi familia", indicaba. Pero apenas logró 150 dólares y de momento no está claro si Rosa existe. No obstante, aún a día de hoy, ambos tienen el enlace colgado en algunos de sus muchos perfiles en Facebook.
Sus publicaciones en la red social de Meta revelan además que se comprometieron el 6 de septiembre de 2023. En las imágenes que comparten de ese día, no aparece la bebé de tres meses que se supone que para entonces tenían en común. Para ella, parece ser que -a pesar de su juventud- no era la primera vez que asumía ese tipo de compromiso con alguien. Según uno de sus perfiles fue justo un año antes, el 14 de septiembre de 2022.