Al menos nueve personas han perdido la vida en las inundaciones que azotan el sureste de Estados Unidos, entre ellas una madre y un niño de siete años. El Estado más afectado es Kentucky, donde el nivel del agua subió rápidamente inundando carreteras y anegando miles viviendas. El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, teme que el número de fallecidos pueda aumentar en las próximas horas.
