Hace dos semanas, Trump hizo un vago anuncio sobre su deseo de las "tierras raras y otras cosas" que esconde el suelo ucraniano a cambio del respaldo armamentístico estadounidense.
Varios medios, citando fuentes de la negociación, han dado más detalles en los últimos días del plan, que fue presentado a Volodimir Zelenski en la cumbre de Múnich. El presidente estadounidense quiere un 50 por ciento de los recursos, una aspiración que sorprendió en círculos diplomáticos y que fue rechazada por el presidente ucraniano, que en un primer momento había manifestado estar abierto a un pacto para extraer los recursos del país. El propio Trump confirmó este lunes que Kiev rechaza el plan: "Teníamos un acuerdo basado en 'tierras raras'. Pero rompieron ese acuerdo hace dos días".
El acuerdo contemplaría el control estadounidense tanto de los recursos minerales como del "petróleo, el gas, los puertos y otras infraestructuras" necesarias para su explotación. Por otro lado, Trump se garantizaría, además del 50% de los beneficios que generara la explotación de los recursos, el 50% que se obtenga de la venta de licencias a terceros. Por último, el país se reservaría el primer derecho de compra de licencias sobre minerales exportables así como el control de las condiciones de todos los futuros proyectos.
Según The Washington Post, Zelenski se negó a firmar el pacto por la falta de garantías estadounidenses de que su apoyo, militar y para la reconstrucción, se mantenga durante décadas. Ucrania, apuntan, estaría trabajando en una contraoferta.
¿Qué quiere Trump?
Aunque Trump habla de "tierras raras", que según explicó LD aún están pendientes de cuantificar, en realidad su interés es más amplio y abarca otros recursos clave del país europeo, de una riqueza mineral extraordinaria. Entre ellos, según The Washington Post, estarían los enormes depósitos de litio que alberga Ucrania. Un informe de 2022, poco antes del inicio de la guerra, cifró en 500.000 toneladas las reservas de óxido de litio, lo que podría convertir al país en un productor decisivo en un momento en que se espera que la demanda de este recurso, indispensable para el vehículo eléctrico y para la tecnología del almacenamiento energético, se multiplique por cuarenta en dos décadas.
Las reservas aún están sin explotar pero el citado informe señalaba que incluso los "pequeños y medianos depósitos" tienen interés económico para los inversores apoyados por la infraestructura minera ya en marcha en el país.
Otro recurso clave sería el uranio, cuyo precio se está elevando en los últimos años al calor del resurgir de la industria nuclear a la que también se ha apuntado EEUU. Ucrania es el mayor productor europeo con unas reservas que suponen el 2% mundial, con 107.000 toneladas y que doblan, según datos de la Asociación Nuclear Mundial, las reservas estadounidenses.
Ucrania, además, es rica en grafito, otro mineral imprescindible para las baterías eléctricas y cuya demanda se espera que se dispare en el futuro. La mina de Zavallia, en el centro del país, es una de las mayores del mundo y la empresa que planea explotarlo y procesarlo en una planta anexa estima una producción anual de 50.000 toneladas.
Por último, EEUU habría puesto sus ojos en Ucrania por su titanio y berilio. El país es uno de los suministradores clave de titanio, necesario para la industria aeroespacial y aplicaciones médicas, y cuenta con una de las mayores reservas del mundo. En cuanto al berilio, Ucrania ya tiene en marcha una mina al noroeste del país de un recurso imprescindible para componentes tecnológicos.