¿Qué está pasando en la Universidad de Columbia?
El precedente establecido con Columbia podría extenderse a otras universidades que también se han lavado las manos en incidentes similares.
Desde el 7 de octubre, tras la masacre de Hamás, la Universidad de Columbia en Nueva York se ha convertido en uno de los epicentros de incidentes graves relacionados con acoso, intimidación y antisemitismo, especialmente dirigido hacia estudiantes judíos.
Aunque otras universidades también han enfrentado situaciones similares, en Columbia los episodios han sido particularmente notorios y severos. Estos incluyen desde acoso dentro de las aulas hasta impedir por la fuerza que estudiantes judíos realizaran una vigilia en memoria de todas las víctimas, dado que al parecer solo está permitido lamentar las víctimas palestinas, nunca las judías.
Estos actos han sido impulsados, en gran medida, no solo por estudiantes de extrema izquierda, que también, sino por alumnos extranjeros provenientes de países árabes, tanto en Columbia como en otras universidades.
El caso de Mahmoud Khalil
Un caso destacado es el de Mahmoud Khalil, un estudiante extranjero que desempeñó un papel líder en las protestas y acciones de acoso en Columbia. Khalil, quien inicialmente llegó con una visa de estudiante, obtuvo una green card —el máximo estatus de residencia legal para un extranjero en Estados Unidos antes de la ciudadanía— tras casarse con una mujer estadounidense. Sin embargo, debido a su participación como líder de estas protestas, fue detenido y ahora se enfrenta un proceso de deportación.
Esta medida responde a una promesa de campaña de Donald Trump, quien anunció que expulsaría del país a estudiantes extranjeros que participaran o lideraran estos programas postmodernos. El caso de Khalil es el primero de este tipo y ha generado controversia. Por un lado, su green card le otorga el nivel más alto de protección para un inmigrante; por otro, se debate si, dado su estatus, tiene derecho a las protecciones de libertad de expresión que garantiza la Primera Enmienda, un asunto que probablemente se discutirá en los tribunales en los próximos meses.
No obstante, las acciones de Khalil van más allá de una simple manifestación: lideró protestas que incluyeron la ocupación de edificios de la universidad y el acoso a estudiantes y profesores judíos.
Fijar un precedente en Columbia
Paralelamente, la administración de Trump ha tomado medidas adicionales contra la Universidad de Columbia. Le ha retirado 400 millones de dólares en fondos federales, que abarcan desde subvenciones para investigaciones científicas hasta programas de préstamos estudiantiles, becas y fondos genéricos para su funcionamiento. Esta decisión se fundamenta en la inacción de las autoridades universitarias frente a los casos de acoso, ocupación e intimidación.
El precedente establecido con Columbia podría extenderse a otras universidades que, aunque no hayan sido tan permisivas o negligentes como Columbia, también se han lavado las manos en incidentes similares. Además, queda por ver cuántos estudiantes extranjeros serán expulsados del país en los próximos meses, un proceso que dependerá tanto de las decisiones administrativas como de las resoluciones judiciales.
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