El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha decidido implementar una pausa de 90 días en la aplicación de los aranceles impuestos el pasado 2 de abril a los países que han iniciado negociaciones para resolver sus disputas comerciales.
Esta medida, anunciada este miércoles, tiene como objetivo dar tiempo para continuar con las conversaciones y alcanzar posibles acuerdos. Sin embargo, el presidente ha decidido aumentar los aranceles a China, elevándolos al 125%, en respuesta a las tensiones comerciales persistentes con el gigante asiático.
Este giro en la política arancelaria se produce en un momento de intensas negociaciones globales, y refleja la estrategia de Trump de incentivar a otros países a resolver sus disputas comerciales mientras mantiene una postura más dura frente a China. La decisión ha generado una variedad de reacciones entre los aliados comerciales de Estados Unidos, que estarán atentos a los próximos pasos en el proceso de negociación.

