
La exvicepresidenta demócrata, Kamala Harris, ha anunciado este miércoles que no competirá por el puesto de gobernadora de California, poniendo fin a meses de especulaciones tras su sonada derrota en las presidenciales de 2024 frente a Donald Trump.
En un comunicado difundido a través de sus redes sociales, Harris ha explicado que, "después de una profunda reflexión", ha decidido no postularse. "Amo a este estado, a su gente y su promesa", afirmó, aunque matizó que su servicio público no pasará, por ahora, por ocupar cargos electos.
Sin embargo, la decisión de Harris es interpretada en los círculos políticos de Washington como una maniobra estratégica. Tras el fracaso de su candidatura a la Casa Blanca, la exvicepresidenta busca evitar el riesgo de una nueva derrota electoral en su propio estado que pudiera truncar sus aspiraciones para una futura candidatura presidencial en 2028.
La propia Harris ha alimentado estas sospechas al asegurar que espera "ayudar a elegir demócratas en todo el país" y que compartirá "más detalles" sobre sus planes "en los próximos meses", un lenguaje que apunta a mantener su perfil nacional activo en lugar de centrarse en la política californiana.
