Islandia está pendiente de dos lenguas de lava que amenazan con tragarse la ciudad de Grindavik. El avance del magma ya ha fundido varias casas. Unas imágenes terribles para los más de tres mil quinientos vecinos de este pueblo pesquero que vuelven a vivir días de incertidumbre sin saber si la lava se detendrá ahí o seguirá abriéndose camino y sepultando su pueblo para siempre.
La lava ha salido a la superficie de la misma forma que el mes pasado, a través de largas grietas. Esta vez ha quemado viviendas en esta población pesquera de casi cuatro mil habitantes donde temen perder sus hogares, sus terrenos y sus pertenencias. Parece que el flujo de lava ha remitido algo a este lunes 15 de enero pero lo cierto es que ya se ha llevado por delante varias casas y se teme que la ciudad de Grindavik quede sepultada para siempre por la lava.

