Macron calificó de "la mayor masacre antisemita del siglo" a este suceso.
El acto, cuatro meses después de la masacre que costó la vida a 1.160 personas, 42 de ellas con nacionalidad francesa, ha estado envuelto en la polémica, por la asistencia de diputados del partido izquierdista La Francia Insumisa, que se habían mostrado timoratos en la condena de aquel ataque.