Tras sus polémicas palabras sobre "tener el coraje de izar la bandera blanca y negociar", el Papa Francisco ha recibido un aluvión de críticas de una contundencia inusitada sumándose a las palabras de rechazo del gobierno ucraniano a la invitación de rendirse ante Rusia.
Desde Europa, gobiernos como el alemán o el polaco han respondido con firmeza a las afirmaciones de Francisco I. "Para compensar, ¿por qué no anima a Putin a tener el coraje de retirar sus tropas de Ucrania? La Paz llegaría sin necesidad de negociaciones", afirmó el Ministro de Asuntos Exteriores de Polonia, Radosław Sikorski.
Mientras, la presidenta del comité de Defensa del Bundestag, la política del FDP Marie-Agnes Strack-Zimmermann, se declaró "abochornada" como católica e instó al Papa a denunciar los "terribles" crímenes rusos y a instarles a que se retiren del territorio. Las críticas recorrieron todos los partidos y también respondió el Gobierno alemán: la ministra de Exteriores, Annalena Barbock, le animó a viajar a Ucrania para ser testigo de lo que ocurre tras señalar que ella misma se pregunta "dónde está el Papa" al hablar con niños ucranianos que sufren los estragos de la guerra. Desde Bruselas, el portavoz de Exteriores de la Comisión Europea, Peter Stano, recordó a Francisco I que la paz "está en manos de un solo hombre, y ese es Vladímir Putin. Continúa haciendo la guerra todos los días".
Mientras las críticas se multiplicaban en Europa, el Papa recibió alabanzas en Rusia y también en el gobierno chavista de Venezuela, aliado del Kremlin. El portavoz del gobierno de Vladimir Putin, Dmitri Peskov, salió en su defensa alegando que sus palabras "tenían un contexto más amplio" y se congratuló de que apoyara unas negociaciones: "Ustedes saben que también Putin ha declarado en incontables ocasiones nuestra disposición a resolver nuestros problemas mediante negociaciones, y esta es la vía preferible", dijo Peskov, que señaló que es Kiev quien se niega mientras recaba el apoyo de "muchos países europeos para seguir haciendo todo lo posible y condenar a Rusia a lo que consideran una derrota estratégica inevitable".
"Esto es una profundísima equivocación, un profundísimo error, y el desarrollo de los acontecimientos en primer lugar en el campo de batalla lo demuestra con suma claridad", aseguró el portavoz del Kremlin llamando cínicamente a "pensar en el pueblo".
Mientras, el propio Nicolás Maduro se refirió a las palabras del Papa cubriendo de insultos al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, a quien calificó de "payaso", "burdo" y "dañino" para su pueblo. A su juicio, "llegó el momento de negociar la paz" en Ucrania. Sobre lo dicho por Francisco I, recalcó que tenía su "firme apoyo".