
En previsión de que los sistemas funcionen en caso de una catástrofe real de cualquier tipo, el Gobierno alemán, a través de su departamento de Protección Civil, instauró hace varios años el día federal de alerta para probar los mecanismos de aviso de emergencias a la población. Cada segundo jueves de septiembre, los alemanes se sobresaltan con estridentes notificaciones en el móvil, alarmas en la radio o incluso sirenas en las calles.
Este año, las alarmas han sonado a las 11 de la mañana: cada ciudadano en suelo alemán ha recibido una notificación en su móvil con el mensaje "alerta", (un mecanismo parecido al que España estrenó en 2022) y el aviso se ha transmitido también a través de tablets, radio, televisiones y paneles informativos. Además, las autoridades locales e instituciones que así lo han decidido han hecho sonar sirenas en el centro de las ciudades (en parques de bomberos, ayuntamientos o grandes fábricas, entre otros).
La instalación de sirenas, informa la prensa local, se han multiplicado en los últimos años para contribuir a alertar a la población en situaciones de desastre como en las trágicas inundaciones al oeste del país en 2021 y en el contexto de la guerra de Ucrania. De hecho, el gobierno federal está ultimando un mapa de las sirenas existentes en todo el país y animando a las autoridades locales a colocar más para que la red de alerta sea más densa.
Que lo ocurrido hoy era una prueba había sido advertido repetidamente por los medios de comunicación y las autoridades, pero aun así la agencia federal de Protección Civil admite que el sistema, especialmente en caso de las sirenas, puede resultar estresante para "ancianos, niños o asilados procedentes de zonas en conflicto".
El organismo pretende con este acto mejorar la coordinación entre el gobierno federal y las autoridades locales y llegar al mayor número de ciudadanos posible haciéndolos conscientes de la forma en que el Ejecutivo les haría llegar una alerta real de emergencia. La prueba viene acompañada de una encuesta para sondear la efectividad del sistema que en años pasados arrojó el resultado de que el 96 por ciento de la población se enteró del día de pruebas.

