AfD pide volver al gas ruso y tirar todos los molinos de Alemania: "¡Abajo, abajo!"

A seis semanas de las elecciones en Alemania, previstas para el 23 de febrero, Alternativa por Alemania proclamó oficialmente como candidata a canciller a Alice Weidel y concretó los puntos clave de su programa. En su congreso federal celebrado en Riesa, al este del país, entre protestas e intentos de boicot que provocaron retrasos de varias horas, Weidel elevó el tono contra el tripartito pero también contra la CDU, líder en las encuestas, que apuntan también a un repunte de la formación ultraderechista. Según los últimos sondeos, la formación de Weidel se sitúa ya en un 21 por ciento de los votos, a nueve puntos de los democristianos con un 30 por ciento y por delante de los socialistas, que compiten por la tercera posición con Los Verdes.

En el discurso tras su proclamación como candidata, Weidel habló de inmigración, uno de los temas esenciales del partido. Utilizó el término "remigración" para defender, además de un endurecimiento de las políticas de asilo y cierre de fronteras, las deportaciones masivas de inmigrantes ilegales, que los que delincan, de aquellos que hayan visto desaparecer los motivos que adujeron en su día para el asilo (con la vista puesta en Siria) y de individuos considerados peligrosos.

También habló de energía en un país que vive pendiente de los precios y cuya industria en crisis tiene aquí uno de sus mayores problemas: además de defender el reencendido de las centrales nucleares, AfD propone enterrar la transición energética con propuestas como la eliminación del fin de las centrales de carbón, la reapertura del Nordstream para que vuelva a fluir el gas barato ruso y abandonar las energías renovables, hasta el punto de que Weidel, en uno de los momentos más replicados de su discurso, abogó por "derribar todos" los molinos. "Vamos a tirar todos los aerogeneradores de la vergüenza. ¡Abajo, abajo!", gritó ante miles de seguidores.

Entre las promesas lanzadas meses atrás y puesta ahora por escrito en su programa está la de abandonar la UE, aunque matizan que lo que reclaman es una vuelta a los "orígenes" de la unión: su propuesta es dejar la UE para sustituirla por una alianza económica entre las potencias más afines (sin precisar cuáles) entre críticas a Bruselas, a la que achacan una excesiva planificación y regulación económica. La decisión no se sometería a referéndum. La salida de la UE iría acompañada por el fin del euro y la "reintroducción de una moneda nacional".

Por otro lado, la prorrusa AfD también propugna una salida de la OTAN de Alemania que se produciría cuando se creara una futura "alianza militar europea independiente y eficaz". El programa también rechaza las sanciones económicas contra Rusia y aboga genéricamente por el mantenimiento de buenas relaciones entre Alemania con Estados Unidos, Rusia y China. No hay ni rastro de condena a la invasión rusa de Ucrania y se reclama que no se desplieguen en Alemania misiles de largo alcance estadounidenses.