Drones kamikaze y un misil balístico han devastado varias casas y edificios civiles, dejando una estela de destrucción en esta zona costera de Ucrania. Según informes oficiales, un hombre de 77 años perdió la vida durante el ataque, que también provocó graves daños en infraestructuras críticas y dejó a gran parte de la ciudad sin electricidad, agua o calefacción por segundo día consecutivo.
El Ejército ucraniano respondió atacando los drones rusos en el cielo de Odesa, interceptando hasta 115 aparatos antes de que pudieran llegar a sus objetivos en todo el país. Sin embargo, en tierra los bomberos han luchado toda la noche contra las llamas en áreas residenciales, mientras fragmentos de misiles y metralla destrozaban todo a su paso.
Los servicios de emergencia han confirmado que cerca de un centenar de viviendas han sido dañadas por estos ataques nocturnos, y en las últimas 24 horas, la ciudad de Odesa ha lamentado la pérdida de dos vidas más. La situación sigue siendo crítica, mientras los residentes y las autoridades locales luchan por superar la devastación provocada por la agresión rusa.

