El ataque, que se extendió por varias horas, alcanzó siete de los diez distritos de la capital ucraniana, donde al menos cuatro personas fueron hospitalizadas. En Odesa, uno de los objetivos fue una sala de maternidad.
Las sirenas antiaéreas sonaron durante cinco horas en Kiev y otras regiones, mientras explosiones sacudían la ciudad y se generaban incendios en zonas residenciales, comerciales y espacios abiertos. Testigos presenciales reportaron fuertes detonaciones que iluminaron el cielo nocturno.
Uno de los edificios afectados fue una antigua oficina de solicitud de visados del Reino Unido, ubicada en el centro de Kiev.
Este ataque se produjo apenas un día después de la mayor ofensiva con drones lanzada por Rusia contra Ucrania, que Moscú calificó como una represalia por recientes ataques ucranianos en territorio ruso.
La Fuerza Aérea ucraniana informó que Rusia lanzó 315 drones durante el ataque, de los cuales 277 fueron derribados, así como los siete misiles disparados.

