
Noche trágica en la capital de Ucrania. El nuevo ataque ruso con drones ha dejado al menos cuatro muertos en Kiev y una decena de heridos. Así lo informó el jefe de la administración militar de Kiev, Timur Tkachenko, quien precisó que los equipos de rescate aún trabajan en distintas zonas de la ciudad para evaluar la magnitud de los daños. En un primer balance, Tkachenko comunicó la muerte de tres personas, entre ellas una niña de 12 años. "Tenemos información preliminar de tres muertes, incluida una niña de 12 años a la que mataron los rusos", escribió en su canal de Telegram. Horas más tarde, las autoridades confirmaron el hallazgo de un cuarto cuerpo.
Los servicios de emergencia han atendido a al menos diez heridos, aunque las llamadas de auxilio continúan llegando. Según la administración militar, más de 15 emplazamientos resultaron dañados en la ofensiva, incluyendo varios bloques de viviendas en distintos distritos de la capital. Entre las infraestructuras afectadas figuran un centro de educación infantil y el Instituto de Cardiología, lo que refleja el alcance del ataque en zonas civiles. En total, cinco distritos de Kiev registraron impactos directos de drones durante la noche.
El ataque, uno más en la campaña aérea de Rusia contra ciudades ucranianas, se produce en un contexto de creciente tensión en la región, mientras Kiev refuerza sus defensas antiaéreas y advierte a la población de la necesidad de extremar precauciones ante nuevas incursiones. Pero la densidad de los ataques hace que los sistemas no sean siempre suficientes para evitar la destrucción y la pérdida de vidas humanas.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, había advertido recientemente que Rusia intensificaría los ataques contra la capital y otras urbes en otoño, coincidiendo con el desgaste de las infraestructuras energéticas y sanitarias. La población civil, mientras tanto, se enfrenta a la rutina de las sirenas antiaéreas y la incertidumbre sobre la seguridad de sus propios hogares.
