Aunque parezca mentira, diez meses después de ganar las elecciones, Nicolás Maduro aún no vive en el lugar que le corresponde al presidente de Venezuela. El problema es que quien ocupa aún la residencia de La Casona son los hijos de Hugo Chávez, pese a que éste falleció hace ya 11 meses.
Según cuenta el diario ABC, Maduro y su esposa Cilia Flores –que fue diputada y Procuradora General de la República– siguen viviendo en La Viñeta, el espacio destinado al vicepresidente y que ocupaba en su cargo anterior. Lo curioso es que Rosa Virginia, hija mayor de Chávez, está casada con Jorge Arreaza, actual vicepresidente del país y que fue Ministro de Ciencia y Tecnología de Chávez. Sin embargo, las fuentes apuntan a que éste ya no vive en la residencia por problemas en su vida conyugal.
Además de Rosa Virginia, también viven en la residencia presidencial María Gabriela –ambas ya han recibido el apodo de las "infantas"– y también su hijo Hugo Rafael. En su información, ABC agrega que en La Casona, los tres herederos de Chávez organizan grandes y ruidosas fiestas, y ya se han visto envueltos en problemas ya que muchos de los restaurantes de comida rápida que solían atenderles ya no llevan los pedidos porque los tres hijos han dejado de pagarles.
No parece que esta situación pueda cambiar en el futuro próximo, no sólo por la enorme comodidad que encuentran Rosa Virginia, María Gabriela y Hugo Rafael Chávez en la residencia que ocupó su padre, sino también por la aparente poca capacidad de Maduro de enfrentarse con ellos. Para muchos, se trata de un panorama complicado para el presidente y que le da cierta imagen de debilidad, tanto a él como a todo el chavismo.