Para nadie fue una sorpresa que Leopoldo López fuese encontrado culpable de la acusación realizada por el régimen de Nicolás Maduro. Ya antes de la sentencia conocida el pasado jueves, las declaraciones de diferentes chavistas, entre ellos Nicolás Maduro, daban señales claras –y casi certezas– de que así sería.
La jueza encargada de dirigir el juicio durante estos meses fue Susana Barreiros, una magistrada de apenas 34 años cercana al chavismo y con un rápido crecimiento dentro de la carrera judicial. Antonio Rivero, político opositor y militante del partido Voluntad Popular, el mismo que lidera López, publicó en su cuenta de Twitter una fotografía de Barreiros junto a Diosdado Cabello, uno de las principales figuras del chavismo, y quien según muchos fue clave en la sentencia. "Que se sepa que fue orden", apuntó.
El diario Tal Cual también hace un recorrido de la carrera de Barreiros. Recuerda que en agosto de 2010 fue designada como sustituta de María Lourdes Afiuni, una jueza que fue señalada y apresada por el chavismo después de una sentencia que no gustó al régimen. El propio Hugo Chávez ordenó que se la condenara a una pena de 30 años de cárcel. Fue acusada por corrupción, complicidad de fuga, abuso de poder y conspiración criminal. Dos años después de ser nombrada en ese cargo, Barreiros fue nombrada jueza antiterrorista.
El abogado Álvaro Albornoz fue profesor de Barreiros. El pasado fin de semana escribió en su blog una carta dirigida a su exalumna. Dice Albornoz que "a pesar de que para la mayoría del país eras una perfecta desconocida, ya que nunca habían escuchado antes tu nombre debido a tu falta de trayectoria profesional, hoy en día te convertiste en una de las personas más conocidas, pero a la vez más odiada y repudiada por toda la sociedad". Además apunta que "nunca pensé que ibas a ser capaz de amañar un juicio y sentenciar a un hombre sin pruebas y sin darle el derecho de defensa" y agrega que "yo no te enseñé a violar las leyes, y estoy seguro que ningún otro profesor lo hizo. Me pregunto qué te hizo convertirte en el ser perverso que eres hoy en día". Por eso, el docente ve claro que la jueza acata "directrices desde Miraflores (sede de la presidencia venezolana) y la Asamblea Nacional".
Pese a que la describe como una "muchacha tranquila y amable" como alumna, el profesor dice además que la sentencia le ha afectado a ella misma: "Como profesor tuyo que fui, te digo que con esa sentencia, más te has condenado a ti misma que al propio Leopoldo. Te has condenado al repudio de toda una sociedad que te mira con rabia e indignación. Te has condenado tu futuro profesional, porque cuando el régimen caiga, todos te tendrán como la juez violadora de Derechos Humanos y no podrás conseguir empleo más nunca en tu vida". Culmina su carta señalando que "vas a ser juzgada y condenada y sufrirás en carne propia lo que sufre y padece Leopoldo López. Me despido, decepcionado de ti".
Las pruebas utilizadas por la acusación durante el juicio contra López nunca llegaron a ser determinantes. Francisco Santana, abogado del equipo defensor, señaló que "es como el mago que hace el truco de sacar un conejo de un sombrero" al considerar absurdo que Barreiros utilizara unos grafitis como "prueba fundamental". Dijo que "es insólito que se quiera forzar una relación causa-efecto de esta manera. Bastaría preguntarse: ¿Y si esos grafitis los escribieron infiltrados del oficialismo?".