Un desesperado Castillo recurre a la "benevolente" OEA para esconder la corrupción de su gobierno

Visiblemente nervioso ante el avance de las investigaciones fiscales y en especial por la denuncia constitucional presentada por la Fiscal de la Nación ante el Congreso, Pedro Castillo recurre ahora a la Organización de Estados Americanos (OEA) acusando a la oposición y a la prensa de organizar un "complot" para provocar "una modalidad de nuevo golpe de Estado en el Perú".

Ante esta situación, la OEA se reunió el pasado jueves y emitió un comunicado muy benévolo en el que expresaba su "solidaridad y respaldo" al Gobierno de Castillo y a la "institucionalidad democrática". Además, anunció el envío de una misión hacia el Perú para hacer un "análisis de la situación" y "promover el diálogo y el fortalecimiento de su sistema democrático de gobierno".

No son pocos los que han criticado este paso dado por Castillo. Desde el Perú, algunos congresistas han señalado que el organismo continental no debe inmiscuirse en asuntos internos pese a que algunos miembros de la oposición acudieron a Washington para denunciar el supuesto fraude de las pasadas elecciones presidenciales.

La congresista de Renovación Popular, Glady Echaíz, dijo que el organismo no está al tanto de coyuntura del Perú y agregó que desde el Gobierno se mintió "para lograr que la OEA envíe al Perú una misión ante la victimización de Pedro Castillo".

Por su parte, María del Carmen Alva, expresidenta del Congreso señaló que "es evidente que el presidente se está victimizando, hablando de un golpe del Congreso y de la Fiscalía, que están cumpliendo sus funciones. Las opiniones de la OEA no son vinculantes".

Desde fuera del país, algunas instituciones también han apuntado al intento de instrumentalización por parte de Castillo de un organismo dedicado a otros asuntos. Uno de ellos fue el Foro Madrid que emitió un comunicado en pasado viernes. En el texto condena "la intención de Pedro Castillo de blindarse, instrumentalizando a la OEA (…) argumentando -falsa y descaradamente- que está en riesgo la institucionalidad del país. Además, aclara que "a Castillo no lo están enjuiciando por razones políticas, sino por 7 casos de delitos cometidos por él y por sus familiares. Este es, por tanto, un asunto de los tribunales peruanos competentes, no de la OEA".

Además, recuerda que esta "injerencia indebida" está "propiciada por el Foro de Sao Paulo y Grupo de Puebla" y que esto podría "devolver a la OEA a la época en la que era servil al comunismo regional".