El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, decretó este lunes un estado de excepción, el primero desde que inició su mandato el pasado 23 de noviembre, tras una serie de motines en al menos seis cárceles del país, que implicó la retención de guardias penitenciarios y la quema de colchones.
El estado de excepción permitirá la actuación de las Fuerzas Armadas, en apoyo a la Policía, para el control de los centros carcelarios, como ya lo han hecho en anteriores ocasiones.

