El inesperado asalto no permitió que se cortara la transmisión, por lo que todo el país pudo ver el ataque desde sus casas. Los delincuentes tomaban como rehenes a los trabajadores del medio y les obligaban a tumbarse en el suelo.
Tras varios minutos de tensión, la policía lograba entrar en el canal y detener a los 13 asaltantes. Tras lo ocurrido, el presidente del país, Daniel Noboa, declaraba la existencia de un "conflicto armado interno" y ordenaba a las Fuerzas Armadas ejecutar acciones militares.
Ecuador se encuentra en guerra contra 22 grupos de narcotraficantes que tratan de desestabilizar el sistema y siembran el pánico en las calles. El Ejército ahora trata de hacerse con el control del país.

