
Tras la sentencia del Tribunal Supremo bolivariano para blindar el fraude electoral de la dictadura, Maduro sigue encastillado en el poder y reprimiendo con terror y violencia a todo ciudadano sospechoso de haber votado por el equipo de Edmundo González Urrutia y María Corina Machado.
En su oleada represiva, Maduro ha cancelado redes sociales como Whatsapp o Twitter (ahora X), dando la orden a sus fuerzas revolucionarias para revisar los teléfonos móviles de la población a placer y con arbitrariedad, como excusa para ordenar el arresto de civiles.
Según las cuentas de la oposición, el número de muertos en Venezuela podría superar ya los 80 y los arrestados en cárceles chavistas superan ampliamente los 2.000.
Pues bien, en medio de esta terrible oleada de represión, Maduro ha decidido afinar su maquinaria de propaganda, también para los más pequeños del país. Ha vuelto a sacar a su personaje de dibujos animados "Superbigote", que le representa a él mismo como un supermán obrero, con bigote y casco de obra rojo que libra a Venezuela de cualquier intento imperialista por quebrar el yugo socialista con el que mantiene al país en la más absoluta miseria. "Superbigote" lucha contra las amenazas externas e internas que, según la narrativa oficial, buscan desestabilizar al país.
En estos días, el aparato propagandístico de "Superbigote" ha lanzado un episodio que se ha vuelto particularmente viral por cargar con el magnate de Tesla y dueño de Twitter, Elon Musk. Maduro ya la tenía tomada con Elon Musk, que no duda en denunciar la dictadura del tirano Maduro en Venezuela cada vez que tiene ocasión.
Maduro llegó a retarle a una combate: "Quien se mete conmigo se seca, Elon Musk. ¿Quieres pelea? ¡Vamos a darle Elon Musk, estoy listo, soy hijo de Bolivar y de Chávez, no te tengo miedo Elon Musk!". Ahora Elon Musk se ha convertido en el villano del panfleto Superbigote.
En este episodio, Musk es retratado como un "demonio tecnológico" que intenta controlar la mente de los venezolanos a través de ciberataques, con el objetivo de apoderarse de las riquezas naturales del país.
La trama sigue a "Superbigote" en su misión de proteger a Venezuela de las supuestas maquinaciones de Musk. Armado con una Biblia y un crucifijo, Maduro, en su rol de superhéroe, derrota al multimillonario y lo envía a la Luna con la ayuda del "dedo de Dios".
Este episodio no es un caso aislado, sino parte de una serie donde Nicolás Maduro, convertido en héroe esbelto y forzudo, ha enfrentado a otros "enemigos del pueblo". Entre los villanos caricaturizados han estado Donald Trump, como un títere del imperialismo, y Juan Guaidó, como un traidor a la patria. Estas representaciones han sido criticadas por simplificar y desviar la atención de los problemas reales de Venezuela hacia figuras externas.

