El régimen de Nicolás Maduro, a través de su ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, ha asegurado este lunes que Venezuela permanece en alerta, sin miedo, ante el despliegue militar de Estados Unidos en el mar Caribe. Según Caracas, esta operación representa un intento de provocar un cambio de "régimen", mientras que el Gobierno estadounidense, durante la presidencia de Donald Trump, aclaró que su objetivo es combatir el narcotráfico en la región.
Durante una rueda de prensa transmitida por el canal oficialista Venezolana de Televisión, Padrino insistió en que "todo el despliegue apunta a Venezuela" y afirmó que las autoridades bolivarianas están vigilando el uso de drones, helicópteros y buques estadounidenses.
Estas declaraciones son vistas desde sectores democráticos como otro intento del chavismo de desviar la atención sobre la miseria, la represión y el colapso institucional que sufre Venezuela. En lugar de asumir su responsabilidad en la crisis humanitaria y el éxodo masivo de ciudadanos, el régimen vuelve a agitar el discurso antiestadounidense para mantenerse en el poder a cualquier costo.