Imagen llamativa la que han dejado este domingo los dos buques de guerra de la Marina de Estados Unidos que, armados con misiles, han transitado por el Estrecho de Taiwán en plena escalada de tensión con China tras la visita a la isla de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a principios de agosto que desembocó en repetidos ejercicios militares del Ejército chino en la zona.
Se trata de dos cruceros de misiles guiados de la clase Ticonderoga USS Antietam (CG 54) y USS Chancellorsville (CG 62) pertenecientes a la Séptima Flota de Estados Unidos con base en Yokosuka en Japón, aunque también tienen unidades desplegadas en Corea del Sur.
Dos navíos que según un comunicado de la Séptima Flota "están realizando un tránsito de rutina por la zona a través de aguas donde se aplican libertades de navegación y sobrevuelo en alta mar de acuerdo con el derecho internacional". Es más, se señala en el documento que el tránsito de ambas naves se ha producido por un corredor "que está más allá del mar territorial de cualquier Estado ribereño.
El tránsito ha sido confirmado también por el propio Ministerio de Defensa taiwanés que ha subrayado en otro comunicado que no se ha dado ninguna irregularidad mientras los dos cruceros estadounidenses navegaron hacia el norte en el Estrecho de Taiwán.
Una muestra de compromiso con Taiwán
Desde Washington no han tardado en defender que estas acciones "demuestran el compromiso de Estados Unidos con un Indo-Pacífico libre y abierto". Aseguran desde la Administración de Joe Biden que "el Ejército de Estados Unidos vuela, navega y opera en cualquier lugar que permita la ley internacional".
La muestra es que acciones como ésta se producen con regularidad en la región. Según el periódico Japan Times ya en octubre de 2018 otros dos buques fueron trasladados hasta la misma. La operación se repitió en abril de 2019 y en última instancia hasta ahora en diciembre de 2020.
A la espera de una respuesta china
Pero lo cierto es que la maniobra no pasará desapercibida para las autoridades Chinas porque se produce tres semanas después de la visita fugaz de Pelosi a Taipéi pese a las advertencias del régimen comunista de Pekín.
Un régimen que ha respondido al encuentro con maniobras militares en los alrededores de la isla desatando así una escalada de tensión en la zona. Maniobras con fuego real que incluyeron el lanzamiento de misiles balísticos, así como la presencia de buques de guerra y aviones de combate que rompieron la línea divisoria entre Taiwán y la China continental.
La actuación de la dictadura china ha sido calificada de "irresponsable" por el Gobierno taiwanés y ha desatado la preocupación del resto de la comunidad internacional. "Una crisis fabricada por Pekín" ha asegurado Estados Unidos que ya entonces advirtió a Pekín de que seguiría operando en la zona.
Recordemos que China reclama la soberanía de la isla a la que considera una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se refugiaran allí en 1949 tras su derrota contra los comunistas.