Ya hace más de una semana del terremoto y en Turquía continúan sacando a personas con vida de debajo de los escombros. Kaan apenas tiene trece años y ha pasado 182 horas sepultado en la provincia sureña de Hatay.
Una semana atrapado bajo los restos de su casa que podría haberle costado la vida. Pero gracias a las intensas labores de los equipos de rescate, Kaan sigue vivo y ya atendido por los médicos. Historias como la suya han inundado los medios y las redes en los últimos días, pero cada vez es más complicado sacar a gente con vida.
Los expertos aseguran que estos rescates cada vez son más difíciles, especialmente a medida que bajan las temperaturas en el país. Aunque el ánimo no decae, porque cada vida cuenta, así que cuando se salva una, se aplaude y se desata la felicidad por un momento en medio del desastre.