
El terremoto geopolítico que ha supuesto el desmoronamiento del régimen de Bashar Al Asad en Siria está teniendo sus primeras consecuencias para un Israel que no quiere que la nueva situación y el caos en su vecino puedan suponer un problema en sus fronteras.
Ya horas antes de la caída de Damasco Israel anunciaba a través de sus canales habituales de información que un puesto de la ONU en la llamada "zona de amortiguación" entre los Altos del Golán y el territorio sirio había sido atacado por fuerzas llegadas desde el otro lado de la frontera y cuya afiliación se desconocía. Tropas de Israel tomaron parte en el combate en apoyo de los militares de la ONU.
Horas después Benjamin Netanyahu ha declarado que el Acuerdo de Separación firmado con Siria en 1974 ha "colapsado" y ha ordenado la entrada de tropas en esta "zona de amortiguación" que se creó tras la guerra del Yom Kippur y que era controlada por tropas de la ONU desde entonces a través de la llamada Fuerza de las Naciones Unidas de Observación de la Separación (UNDOF).
En esta "zona de amortiguación" se encuentra un punto de singular importancia estratégica: el Monte Hermón, que con sus 2.814 metros de altura y su ubicación entre las fronteras de Israel, Siria y Líbano es un observatorio perfecto desde el que se controla buena parte del territorio de los tres países.
El ejército de Israel ha enfatizado que su interés no es en absoluto "intervenir en los acontecimientos que tienen lugar en Siria", sino que se limita a las acciones que considera necesarias para "proteger al Estado de Israel y a sus ciudadanos".
Mientras, en la parte israelí de los Altos del Golán, un territorio que Israel se anexionó oficialmente tras conquistarlo en la Guerra de los Seis Días y que considera irrenunciable para garantizar la seguridad del resto del país, se ha decretado que cuatro poblaciones drusas de la zona desarrollen sus clases de primaria de forma online, mientras que en las guarderías y en el resto de villas del Golán se mantienen las clases sin cambios.
Además, algunos terrenos agrícolas se han declarado cerrados y los granjeros y agricultores de la zona solo podrán, por el momento, trabajar en ellos durante periodos cortos y en coordinación con el ejército.


