
Kfir y Ariel Bibas tenían nueve meses y cuatro años, respectivamente, cuando fueron secuestrados el 7 de octubre y, al contrario de lo que ha venido diciendo Hamás, no murieron en un bombardeo de la aviación israelí en Gaza.
Después de que sus cadáveres fuesen devueltos este jueves en una nueva ceremonia horrenda de Hamás los forenses israelíes confirmaron que realmente se trataba de sus cuerpos –no así el de su madre, que en realidad correspondía a una mujer desconocida de Gaza– y este viernes han confirmado la causa de su muerte: fueron asesinados.
Lo ha explicado en un terrible comunicado el portavoz del ejército israelí, el contraalmirante Daniel Hagari, en el que dice que los dos niños fueron "brutalmente asesinados mientras estaban secuestrados en Gaza, no más tarde de noviembre de 2023", es decir, sólo unas semanas después de su secuestro.
El texto explica que Ariel y Kfir "fueron asesinados por los terroristas a sangre fría" y que no les dispararon, sino que los asesinos "los mataron con sus propias manos". Además, siempre según el comunicado, "después cometieron actos horrendos para intentar tapar estas atrocidades".
El breve comunicado termina diciendo que se ha llegado a estas conclusiones basándose tanto en los hallazgos de los forenses durante el proceso de identificación como de datos de inteligencia que apuntan en la misma dirección.
"Conmovidos hasta la médula"
La organización que agrupa a las familias de los secuestrados por Hamás, el Hostages and Missing Families Forum ha emitido también un comunicado en el que se declaran "conmovidos hasta la médula por los horribles hallazgos que confirman el cruel y brutal asesinado de Ariel y Kfir Bibas, solo dos niños inocentes".
"Este acto bárbaro –continúan– es otro testimonio innegable de la insondable brutalidad de quienes siguen manteniendo cautivos a nuestros seres queridos. Las mismas manos que masacraron a Ariel y Kfir son las que mantienen a nuestros padres, madres, hijos e hijas en condiciones inimaginables", aseguran.
El texto pide también "recordar a Ariel y a Kfir" y "que su memoria sea un llamado a la acción" para que la "lucha" por liberar a todos los rehenes no se detenga "ni un momento".
Además, dice que "este es un momento de claridad moral" y que "el mundo debe permanecer unido para exigir" el regreso "inmediato" de todos los rehenes que todavía están en poder de Hamás, "antes de que sea demasiado tarde".


