L D (EFE) Chen Jie, que recibió la mayor condena, y Deng Rongjia, operadores de páginas web, fueron culpados de la publicación de 515 vídeos, 100 fotos y 11 novelas con "imágenes o descripciones pornográficas", según la agencia estatal Xinhua. La sentencia, dictada por los tribunales de Longyan (provincia oriental de Fujian) es la última de una campaña que ha incluido denuncias públicas a través de páginas de la policía en Internet,
condecoraciones a los denunciantes y la detención de 445 personas.
China, el
segundo país del mundo en número de internautas (87 millones), fomenta Internet y la tecnología informática como pilares de su desarrollo económico, pero intenta controlar sus contenidos utilizando barreras de alta tecnología como los cortafuegos.
Escudada en la defensa de los derechos de los menores de edad, China intenta bloquear las páginas web con contenidos pornográficos o violentos, pero también aquellas informaciones exteriores que considera subversivas, incluidas las políticas. En el marco de la campaña se cerraron 1.125 páginas de Internet pornográficas y se creó una a través de la cual se puede denunciar anónimamente a presuntos difusores de contenidos "contrarios a la patria".
La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) acusa a Pekín de ejercer la censura sobre los internautas y haber condenado a prisión a muchos de ellos por expresar ideas contrarias a la doctrina oficial a través de la Red.