No obstante, la OCU recuerda que este tipo de juicios –que no necesiten abogado ni procurador– sólo son posibles en las compras por un importe inferior a 900 euros. Para otros casos, pone a disposición de sus socios una asesoría jurídica que buscará "una mediación".
Previamente esta asociación recomienda "buscar las pruebas", en alusión a los tickets o recibos. "Esto es más que recomendable hacerlo, porque las condiciones de la promoción exigen a los consumidores que pretendan acogerse a ella que, para hacer su petición de devolución del importe, envíen el original del recibo de caja o factura", señala.
Así, la OCU apunta que en el caso de que el consumidor se viera obligado a reclamar judicialmente el cumplimiento de la oferta, a pesar de que Toshiba se compromete a devolver al remitente la prueba de compra original "en caso de extravío o pérdida del documento", el consumidor quedaría en una "posición complicadísima".
Posteriormente, sugiere enviar por correo certificado y antes del 2 de agosto de este año la solicitud de reembolso y los documentos originales anteriormente citados, además del certificado de inscripción.
En el caso de no disponer del certificado, insiste en indicarlo por escrito justificando su ausencia por no advertirlo en la publicidad. "Hay que alegar que, si la obligación de registrarse era una condición tan esencial como la compra para participar en la promoción, debió destacarse en la publicidad, en la misma forma y caracteres", puntualiza.
Si el usuario sigue sin conseguir el reembolso, además del juicio o la mediación, la OCU considera necesario dirigirse al establecimiento vendedor y presentar una reclamación mediante la Hoja de Reclamaciones.
"¿Qué pueden hacer esos compradores frustrados? Está en su mano reclamar, pues la publicidad forma parte del contrato y, como tal, es vinculante: cualquier incumplimiento es un incumplimiento contractual, y puede reclamarse ante las autoridades de consumo", concluye.