
El reciente anuncio del ministro de Transportes, Óscar Puente, de que Renfe denunciará a Ouigo ante la Comisión Europea por presuntas prácticas anticompetitivas, refleja una falta de comprensión de los beneficios que la competencia trae al mercado ferroviario. Según Puente, la compañía francesa lleva a cabo "prácticas que van contra la liberación acordada entre todos".
Sin embargo, desde la liberalización del sector en 2020, hemos visto cómo la entrada de operadores como Ouigo han mejorado significativamente la oferta de servicios y han reducido los precios, beneficiando directamente a los consumidores.
La competencia es fundamental para impulsar la innovación y la eficiencia en cualquier sector. En el caso del transporte ferroviario, la entrada de Ouigo ha obligado a los operadores existentes, incluida Renfe, a mejorar sus servicios y a ofrecer tarifas más competitivas. Es cierto que Ouigo ha ofrecido billetes a precios muy bajos, pero esto ha permitido que más personas puedan acceder a los trenes de alta velocidad, democratizando un servicio que antes era inaccesible para muchos.
Las pérdidas económicas que Puente atribuye a Ouigo no son una consecuencia de prácticas desleales, tal y como confirma la propia CNMC. En lugar de buscar protección a través de la regulación, Renfe debería centrarse en mejorar su eficiencia operativa y en ofrecer un valor añadido que atraiga a los consumidores.
Así, la liberalización del mercado ferroviario ha traído consigo numerosos beneficios que no deben ser subestimados. Ha incrementado la variedad de opciones para los viajeros y ha fomentado una competencia saludable que, a largo plazo, mejora la calidad del servicio. Denunciar a Ouigo por aprovechar las oportunidades que ofrece un mercado liberalizado es un paso hacia atrás y una contradicción a los principios mismos de la liberalización.
El enfoque de Óscar Puente de acudir a la Comisión Europea para denunciar a Ouigo no solo va en contra de los principios de la liberalización que su propio ministerio ha apoyado, sino que también amenaza con revertir los avances logrados en la mejora de los servicios ferroviarios. Puente, quien enfrenta críticas por su gestión problemática y recientes controversias que han afectado su reputación, no se encuentra en el momento mas idílico para lanzar reproches.
El PSOE, bajo la dirección de Óscar Puente en el Ministerio de Transportes, ha mostrado una postura proteccionista que contraviene los principios del mercado libre. En lugar de apoyar la competencia y la innovación, las acciones del PSOE parecen estar dirigidas a mantener el statu quo, protegiendo a Renfe de la competencia en lugar de fomentar un entorno competitivo saludable. Este enfoque puede tener consecuencias negativas a largo plazo para los consumidores y para el desarrollo del sector ferroviario en España. La liberalización y la competencia son esenciales para el progreso y deben ser defendidas y promovidas por el gobierno, no obstaculizadas. Esto reside en fomentar una competencia justa y en incentivar a todas las empresas a adaptarse y mejorar continuamente sus servicios. La competencia no es el enemigo, es el motor del progreso.

