El sorteo de la Lotería de Navidad se celebra en España desde hace más de 200 años y se ha convertido en una de las tradiciones más importantes del país. Como cada año, millones de españoles compran sus décimos con la ilusión de hacerse con el ansiado Gordo. Este es el premio más importante del Sorteo Extraordinario y, sin duda, puede cambiar por completo la vida de los agraciados que posean ese número.
Cada décimo ganador del Gordo está premiado con 400.000€, sin embargo, existe una retención fiscal que hace que el afortunado finalmente reciba 328.000€. Desde 2013, la normativa vigente en nuestro país establece que los primeros 40.000€ del premio están exentos de impuestos; no obstante, el resto tributa al 20%.
Así afecta el premio al paro, la pensión y los subsidios
Pese a la gran suma que se lleva Hacienda, el ganador sigue recibiendo una cantidad elevada de dinero, por lo que puede plantearse opciones como dejar de trabajar. Si bien, en caso de ganar el premio gordo de la Lotería de Navidad, ¿se verá afectada mi situación de paro o mi pensión?
En lo que se refiere a la pensión de jubilación, obtener un premio de lotería no produce un impacto directo. Aunque debemos tributar por el premio según las normativas vigentes, estos ingresos extraordinarios no reducen la cuantía de nuestra futura pensión. Asimismo, hay que ser conscientes de que abandonar nuestro empleo a causa de percibir estos ingresos, sí tendrá consecuencias negativas en nuestra pensión. Esto es debido a que interrumpir la actividad laboral implica una menor cotización en la Seguridad Social, lo que podría disminuir el importe de la pensión en un futuro.
Por otro lado, las personas que reciben prestaciones por desempleo o ERTE, no verán alterada su situación por la obtención de un premio de lotería. En cambio, las personas que reciben subsidios en relación con su nivel de renta sí pueden verse afectados. Un premio de esta magnitud podría superar el límite de ingresos permitidos, afectando a la continuidad de estas ayudas.
Por ello, es importante analizar cada caso particular y valorar las implicaciones fiscales y personales antes de tomar decisiones como dejar de trabajar o renunciar a determinadas prestaciones.